Dos tifones seguidos causan muerte y destrucción en Filipinas
El paso de los tifones tropicales ‘Nesat’ y ‘Nalgae’, que azotaron Filipinas durante toda la semana pasada, dejó un balance de 58 muertos. La mitad de los que perdieron la vida por las inundaciones y desprendimientos de tierra son niños, según informan las autoridades de ese país. Otras 34 personas están consideradas como desaparecidas.
El segundo de los temporales, ‘Nalgae’, llegó al norte del archipiélago el pasado sábado, agravando los daños provocados por las inundaciones anteriores. El domingo miles de filipinos quedaron aislados en distintas zonas periféricas. Se estima que casi 3 millones de personas resultaron afectadas.
Las autoridades ordenaron interrumpir el suministro eléctrico en todo el noreste del archipiélago para prevenir cortocircuitos provocados por las inundaciones así como los riesgos derivados de las probables roturas de cables de alta tensión.
Más de 354.000 personas fueron desplazadas previamente a unos campamentos especiales o abandonaron sus hogares para buscar refugio más al sur, en las viviendas de sus familiares.