Irán aceptará las proposiciones del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para el desarrollo de su programa nuclear.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, anunció que su país está dispuesto a cooperar en lo referente a su programa nuclear. "Recibimos favorablemente [las propuestas sobre] el intercambio del combustible, la cooperación nuclear, la construcción de reactores y de centrales nucleares", afirmó Ahmadineyad. El mandatario iraní saludaba así la proposición del OIEA de enviar el uranio de la república islámica al extranjero, con el fin de que éste sea enriquecido para su uso no militar.
La televisión informó que durante dos días Teherán ha estado presentando a la OIEA su respuesta oficial al borrador del acuerdo. Irán debía haber anunciado su respuesta oficial el viernes pasado, pero la retrasó hasta mediados de esta semana. La prensa local subraya que Irán introdujo "ciertos cambios" en el proyecto occidental.
Teherán emprendió los primeros pasos hacia la transparencia de su programa nuclear cuando Washington reveló que el país islámico tenía otra planta de enriquecimiento de uranio. Los países occidentales desean que Irán acepte transferir sus actividades de enriquecimiento de uranio a otros países, abandone su enriquecimiento doméstico de uranio y ofrezca un calendario para hacerlo.
El 21 de octubre, el OIEA presentó a Irán una propuesta que implica a Rusia y Francia en el proceso de enriquecimiento del uranio. Esta iniciativa permite a Irán enriquecer en el territorio de Rusia 1,2 toneladas de uranio que más tarde serán transformadas en barras de combustible en Francia. Hace unos días, Teherán declaró su disposición de aprobar el convenio, negociado en Viena con Rusia, Francia y los EE.UU.
El acuerdo alcanzado en Viena la semana pasada, suponía dos etapas. En la primera, el uranio de bajo nivel de enriquecimiento que ya tiene Irán, será enviado a Rusia para enriquecerlo hasta el 19,75%. Después se enviará a Francia para convertirlo en un combustible usando tecnología estadounidense.
Este acuerdo llegó a hacerse posible después de un encuentro en Ginebra a principios de octubre. En Suiza, Irán aceptó que los expertos extranjeros se encargaran de enriquecer su uranio. De este modo, Teherán tendrá un uranio de calidad superior, mientras que los estados occidentales podrán estar seguros de que el programa nuclear iraní tiene fines pacíficos.
Según el jefe del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma (el parlamento ruso), Konstantin Kosachev, el acuerdo de Irán de enriquecer su uranio en el extranjero confirma que actualmente Irán es más flexible. "Los inspectores de la Agencia Atómica han revisado la segunda planta nuclear iraní en la ciudad de Qom. Tras regresar a Viena, han mostrado su satisfacción con los resultados de la inspección. El hecho de que Irán haga su política nuclear más transparente inspira confianza en muchos expertos", subrayó Kosachev.