El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia se refirió al anuncio del posicionamiento de cuatro buques estadounidenses, que forman parte del sistema de defensa antimisiles, en la base naval española de Rota (Cádiz) y lo calificó como “inaceptable”. Las autoridades consideran que la decisión fue tomada sin haber sido discutida con otros países cuyos intereses están comprendidos en el proyecto.
“Si los acontecimientos siguen desarrollándose de esta manera, se perderán los objetivos de cooperación y la defensa antimisiles pasará a la esfera de la confrontación”, comentó el Ministerio.
Los funcionarios expresaron también que no sólo observan la falta de disposición estadounidense de prestar las garantías jurídicas de que el sistema no será usado contra Rusia, sino también la intención de este país de definir cada vez más ampliamente las zonas del despliegue de los medios antimisiles.
“Creemos que es inaceptable la práctica estadounidense de tomar decisiones que pueden influir en el estado de seguridad y estabilidad euroatlántica sin tener en cuenta las opiniones de todos los países interesados”, concluyó el Ministerio.
Anteriormente declararon su participación en el escudo antimisiles Polonia, Rumania, Holanda y Turquía. Se espera que el mayo del año 2012, durante la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de los países de la OTAN, los dirigentes de la alianza anuncien la “capacidad operativa” del sistema.
Al mismo tiempo, el Gobierno español respondió a las críticas de Rusia, afirmando que el proyecto del sistema de defensa antimisil no está dirigido contra ese país. Las fuentes, consultadas por EFE, esperan que Rusia y la OTAN sean capaces de encontrar una solución que satisfaga a ambas partes.
Según la opinión del jefe del comité de relaciones internacionales de la Duma Estatal. Konstantín Kosachóv, Washington no quiere entender que su colaboración con Moscú podría proporcionar la ansiada seguridad colectiva. “La actual decisión de España corresponde a la política de pasos paulatinos de EE. UU. para la creación del sistema antimisil. Europa es una parte clave de este sistema, y lo que sucedió antes en Polonia, en la República Checa y lo que pasa ahora en Rumania, en Turquía y en España son elementos predecibles, pero no por ello menos lamentables, del plan estratégico de EE. UU.”, señaló Kosachov.
Según opina Javier Doz, secretario de política internacional del sindicato español Comisiones Obreras, si el Gobierno de España no quiere que el escudo estadounidense empeore sus relaciones con Rusia, debería explicar el objetivo de su instalación. Además, señala que esta decisión “vulnera las condiciones que en su día estableció el presidente del Gobierno Felipe González cuando hizo votar en referéndum la entrada de España en la OTAN con una serie de condiciones”.