EE. UU. liberó a René González, uno de los cinco cubanos condenados por espionaje, pero no podrá abandonar el estado de Florida durante tres años, algo que, según ha alertado la Asamblea Nacional de Cuba pone en serio peligro su vida.
El estadounidense con ciudadanía cubana de 55 años fue liberado por las autoridades norteamericanas después de pasar 13 años entre rejas en la cárcel de Marianna en el estado de Florida. Ahora tendrá que permanecer bajo un régimen de libertad supervisada por tres años sin contacto con su familia en Cuba, pues ni su esposa, ni su madre recibieron visas para poder entrar a EE. UU.
Olga Salanueva, la esposa de René González, señala que por una parte está contenta “porque saldrá de un lugar en donde ha sufrido mucho, donde fue humillado y se le negó mucho. Finalmente podrá salir a la calle con otro estatus”. No obstante, la mujer añade que por otra parte se siente “preocupada por su seguridad personal”.
Y esa preocupación también la comparten algunos activistas. Así Juan José Gutiérrez, presidente de la organización Vamos unidos USA, está seguro de que “la vida de René González corre peligro. En EE. UU. hay un gran odio contra todo que se identifica con Cuba. Forzarlo a quedarse tres años más es como una sentencia adicional”.
A su vez la directora del Comité Nacional de la Liberación de Los Cinco, Gloria la Riva, también opina que la vida de González corre peligro, ya que las fuerzas derechistas crean tal atmósfera anticubana en Miami, que hasta puede inspirar la violencia.
“Yo creo que su vida está en riesgo en Miami por la ultraderecha. Una comentarista de la radio local, Ninoska Pérez Castellón, sugirió que algo puede pasar. Ella hizo una ridícula suposición diciendo que Cuba podría asesinar a René González y culpar a la gente de Miami. Está creando un escenario, que es casi una incitación a la violencia. Además Ileana Ros-Lehtinen, una congresista de la derecha en Florida, dijo que René González es un enemigo de América manchado con sangre de estadounidenses en sus manos. Todo esto contribuye y mantiene la atmósfera que ayudó a condenarlos a los cinco injustamente en Miami hace 13 años.”.
Esto sucede a pesar de que Cuba exigió la semana pasada a EE. UU. el "inmediato regreso" del reo. El mismo Fidel Castro manifestó que de no realizarse este proceso, González "quedará a merced de asesinos impunes durante tres largos años".
El caso de los cinco cubanos tuvo desde un principio gran resonancia tanto en Cuba, como en EE. UU. En 1998 las acusaciones contra la red de espionaje denominada ´Avispa´ ocasionaron el polémico encarcelamiento. De acuerdo con Washington, el incidente que precipitó la investigación fue el derribo de dos avionetas de la organización de emigrantes cubanos Hermanos al Rescate en 1996 en aguas internacionales, provocando la muerte de cuatro activistas.
Según los documentos de la corte federal, esta red también contaba con un grupo de más de 40 agentes de inteligencia cubanos y colaboradores. Pero en el desenlace de las causas judiciales, cinco personas alcanzaron acuerdos extrajudiciales y otros fueron deportados a Cuba. Sólo González y sus cuatro compañeros permanecieron encarcelados. Sin embargo, el Gobierno cubano sostuvo siempre que estos muchachos habían sido enviados para proteger a la isla caribeña de amenazas terroristas y califica de injustas y falsas las acusaciones que se les imputan.
Ahora se espera saber el destino de los cuatro detenidos restantes. Actualmente Gerardo Hernández podría pasar el resto de su existencia en la cárcel condenado, como está, a dos cadenas perpetuas, mientras que Ramón Labañino también fue sentenciado a cadena perpetua, aunque podría salir en libertad a los 30 años. A Antonio Guerrero le redujeron la pena a 22 años y Fernando González tendrá que cumplir entre 19 y 18 años de prisión.
El fiscal general de Cuba, Darío Delgado, sostiene que “en el propio EE. UU. la campaña por la libertad de los cinco es muy fuerte. Existe un grupo de personas que son muy activas que realmente tienen como un sentido de su vida el apoyo a la liberación de estos compañeros”.
Muchos consideran que el caso es otra maniobra de presión política del Gobierno estadounidense hacia Cuba. Así, según el embajador de Cuba en la Federación de Rusia, “son sentencias basadas políticamente, manipuladas por un tribunal que tenía desde el principio el objetivo de encausarlos, para sencillamente satisfacer las ansias de venganza y odio de determinados sectores de esa ultraderecha norteamericana que reside en la Florida.”
Mientras tanto los activistas continuarán demandando la libertad de los restantes cuatro presos y la absolución total de González. Por su parte, Washington no ha dado a conocer una postura definitiva sobre la suerte de sus compañeros. Y tampoco se ha expresado voluntad alguna de que con la liberación de González se puedan establecer, en cierta medida, vínculos bilaterales entre ambos países.