En EE. UU. los activistas afirman que los políticos de ambos partidos nacionales (tanto republicanos como demócratas) son los responsables de la grave situación por la que atraviesa el país (al proteger siempre a las grandes compañías). Esta dinámica ha sido bautizada por el movimiento "Ocupa Wall Street" como "corporativismo estadounidense".
Además, los analistas y expertos señalan al desempleo como una de las causas principales que han generado estas quejas (que ya se prolongan por tres semanas completas).
Detroit es la antigua capital de la industria automovilística se ha convertido en una ciudad fantasma. Ya no puede alabarse su potencial laboral, ya que cada uno de cada tres residentes vive bajo el umbral de la pobreza, según estadísticas oficiales. Sin embargo, los habitantes afirman que en realidad la situación es mucho peor y el nivel de desempleo llega hasta el 50 por ciento.
“¿Cómo se puede describir eso? Creo que eso indica lo que está pasando en el resto del país. Y ahora pueden sentirlo”, dice Zenobia Jeffries, residente de Detroit.
La cantidad de personas sin trabajo en Estados Unidos alcanza el 9 por ciento, según el gobierno norteamericano. Pero detrás de esta cifra hay trampas que ocultan la verdadera emergencia laboral que vive el país, según afirman los expertos.
“No tienen en cuenta a los trabajadores de jornada parcial que están buscando trabajo de tiempo completo y tampoco tienen en cuenta a la gente que está desempleada durante largo tiempo, más de 6 meses. Puede ser que estas personas perdieron la fe y no están buscando trabajo constantemente”, comenta David DeGraw, autor del libro 'The Road Through 2012'.
Al calcular a estos norteamericanos, que ya no asisten a las bolsas de trabajo, el nivel de desempleo total casi duplica y supera el 16 %, de acuerdo con buró de estadísticas laborales. Y no es solamente un descuido en la confección de las estadísticas: detrás de las encuestas de las autoridades hay intereses y un trasfondo concreto.
“Si estas personas hubieran sido incluidas, el gobierno debería reconocer que se enfrenta a una grave crisis y tiene que hacer algo. Es una parte de su campaña propagandística. Les permite continuar su status-quo hasta que la sociedad empiece a derribar todo”, opina DeGraw.
Y cuando la paciencia popular se vio agotada, la Casa Blanca finalmente anunció un intento de paliar la situación, impulsando un plan de mil millones de dólares para crear puestos laborales.
“El propósito del proyecto de la ley laboral es muy simple: que la gente vuelva a trabajar”, esas fueron las palabras que pronunció Barack Obama el 8 de septiembre de 2011 en Washington.
Sin embargo ahora, cuando la indignación de los estadounidenses ya superado el punto de ebullición, el propio Obama es quien puede quedarse sin trabajo. Reconoció que debido a los problemas económicos puede perder las elecciones del 2012. Según los expertos, para el gobierno hay sólo un modo de cambiar la situación: dejar su optimismo excesivo y reconocer la dura realidad.
“El desempleo seguirá aumentando, inflación seguirá creciendo y en vez de intentar de pretender que la situación no es tan mala, necesitamos aceptar la dura realidad. Porque así tenemos la posibilidad de reconocer los errores que estamos cometiendo. La política tiene defectos y el aumento de la regulación gubernamental no mejora la situación”, dice Peter Schiff, director general de la compañía Euro Pacific Capital.
Tras analizar profundamente la gravedad del problema, tal vez, los estados norteamericanos volverán a unirse para combatir juntos la epidemia de desempleo. Sólo que para eso se necesita dejar de engañar al pueblo con cifras y con falsas esperanzas.