Servicios de Inteligencia de Polonia espían a los periodistas
En Polonia los periodistas afirman que los servicios secretos les espían, causando dificultades para realizar su trabajo.
La intervención de conversaciones telefónicas dificulta el trabajo de los reporteros en Polonia. El periodista Woisceich Czuchnowski se vio involucrado en un escándalo de estas características. El Servicio Especial escuchó una plática que sostuvo con uno de sus contactos y desde ahí comenzó a espiar sus comunicaciones.
“La mayoría de nuestros informantes prefieren no hablar por teléfono. Y no sólo las fuentes anónimas, sino que todos, si poseen datos valiosos prefieren quedarse en la sombra. Están asustados por los rumores de las escuchas telefónicas”, señala Czuchnowski.
El caso de Woiciech, sin embargo, no es el único. El periódico Rzeczpospolita afirma que la policía espiaba ilegalmente las comunicaciones de uno de sus reporteros y de otros dos periodistas.
Si la intervención no fue legalmente autorizada resulta que están violando mis derechos fundamentales, declara el reportero de la cadena TVN, Bogdan Rymanowski.
Uno de los periodistas fue espiado porque se le acusaba de haber chantajeado a sus contactos. Sin embargo, otros dos eran inocentes y por eso los dispositivos de escucha resultaron instalados ilegalmente. Según la ley, el servicio secreto de Polonia está obligado a obtener una resolución judicial para poder intervenir las conexiones telefónicas de los ciudadanos. Empero, el jefe del Servicio Secreto polaco reconoce que el sistema no funciona bien.
Recientemente, el primer ministro Donald Tusk exigió revisar las actividades del Servicio Secreto. Periódicos polacos publican artículos en donde tratan de predecir si el jefe del servicio de inteligencia tendrá que dimitir después de que se compruebe este procedimiento ilegal.
La oposición declara que ambos —el Presidente y el jefe de Inteligencia— “perturban la libertad de prensa”.