En Nueva York ha comenzado la vista inicial del proceso contra el empresario ruso Víktor But, acusado por Estados Unidos de tráfico ilegal de armas. La pena a la que se enfrenta Bout podría ser desde 25 años de cárcel hasta cadena perpetua. Los expertos consideran que el caso tiene un evidente carácter político.
Las audiencias han arrancado en el Tribunal Federal a las 10 horas (hora local) con la elección de los jurados. De los 80 candidatos fueron escogidas 15 personas que tienen que decidir el destino de Bout.
Según el consulado ruso en Nueva York, medios estadounidenses exageran la situación en torno al caso But. “En vísperas del inicio del proceso en los medios estadounidenses han aparecido varios reportajes periodísticos que apodan, sin ningún motivo, a Bout como ‘el mercader de la muerte’, aunque su culpa no ha sido probada por ningún tribunal del mundo. Sería extraño que tales materiales no influyeran en los jurados”, dijo el vicecónsul ruso en Nueva York, Alexánder Otcháinov.
Víktor But fue detenido en Tailandia en 2008 a petición de la Justicia norteamericana y extraditado a EE. UU. en noviembre de 2010. El empresario ruso está acusado de conspirar contra ciudadanos estadounidenses por medio de la compraventa ilícita de armamento. Según la fiscalía, But "habría suministrado armamento a grupos paramilitares y terroristas como las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia y Al Qaeda, sabiendo que su objetivo era el de matar a un número indeterminado de dignatarios y ciudadanos de EE. UU.".
El propio But rechaza todas las acusaciones contra él. Anteriormente había declarado de forma reiterada que no llevó a cabo ninguna actividad empresarial en EE. UU., y que no residió en territorio estadounidense ni abrió cuentas en bancos norteamericanos durante el periodo que figura en la acusación.
Sus abogados, Albert Dayan y Kenneth Kaplan, aseguran que la causa fue incoada por motivos políticos, que no se corresponde a la jurisdicción de EE. UU., y que viola la Constitución del país y los derechos del procesado.
Víktor Burovin, el abogado ruso del acusado, subraya: “Cuando una persona está siendo juzgada, ninguna autoridad administrativa, legislativa o ejecutiva, ni mucho menos las autoridades de un país extranjero, puede llevarse a esta persona del país. Declaramos y lo tenemos comprobado que cuando Víktor But fue físicamente llevado de la prisión tailandesa el 16 de noviembre del 2010, su causa aún estaba siendo analizada en el Tribunal Tailandés de Apelación. Por eso no hay bases legales para que sea juzgado en EE.UU.”.
Lak Nitiwat Vichan, ex abogado de Víktor But en Bangkok, Tailandia, comenta: “EE.UU. nos enseñó la ley y la justicia y eso es a lo que aspiramos. No podemos aceptar que los mismos principios de la justicia sean violados por los profesores que nos la enseñaron. No puedo aceptar una intromisión política en un proceso legal”.
La defensa de Bout sostiene que el procesado jamás se ha dedicado a la compraventa de armas y sólo prestaba servicios de transporte de carga.
Los documentos filtrados por Wikileaks demuestran que Washington utilizó todos los niveles de influencia para presionar a Bangkok. Un cable fechado el 13 de agosto del 2009 evidencia que el presidente Obama llamó al primer ministro tailandés para hablarle directamente sobre But.
Según Daniel Estulin, escritor de origen ruso residente en España y autor del famoso ‘Shadow Masters’, “EE.UU. es la nación más poderosa del mundo, pero no es más poderosa que el mundo. Ahora Washington está dispuesto a violar cualquier ley internacional para alcanzar lo que quiere, por eso comete todas estas acciones ilegítimas en el caso de Víktor But”. El escritor acentúa: “Víktor But, de hecho, es un peón en este juego geopolítico que tiene por objetivo destrozar la credibilidad de Rusia”.