La marcha pacífica de unas 10.000 personas terminó con desordenes en Santiago, la capital de Chile, después de que la policía tuviera que emplear cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a grupos de jóvenes mapuches que destrozaron semáforos y provocaron disturbios. Al menos 7 personas fueron detenidas.
La protesta se coincidió con el 'Día de la Raza', festividad que conmemora la llegada de Cristóbal Colón a América y que este año fue trasladada al 10 de octubre.
El portavoz de la organización indígena, Meli Witran Mapu, dijo que los indígenas reclaman "la libertad de todos los presos políticos mapuches y la devolución de las tierras ancestrales", que actualmente son propiedad de empresas agrícolas y forestales.
Al margen de estos enfrentamientos, el país viene siendo escenario desde hace meses de choques entre la policía y estudiantes que exigen educación superior gratiuta.