Las guerras de Estados Unidos, de una en una

La reducción del presupuesto militar estadounidense prevista por la administración del presidente Barack Obama, no permitirá a Estados Unidos llevar a cabo dos guerras a la vez. Así lo ha declarado el jefe de estado mayor de tropas terrestres, Raymond Odierno, citado por medios norteamerican

La reducción del presupuesto militar estadounidense prevista por la administración del presidente Barack Obama, no permitirá a Estados Unidos llevar a cabo dos guerras a la vez.

Así lo ha declarado el jefe de estado mayor de tropas terrestres, Raymond Odierno, citado por medios norteamericanos.

El recorte del presupuesto militar de EE. UU., impulsado por la enorme deuda estatal, supondrá un ahorro de mínimo 450.000 millones de dólares en 10 años.

En 2010 los gastos militares de EE. UU. alcanzaron 693.000 millones de dólares, cerca de la mitad de todos las inversiones militares del mundo.

El analista Lajos Szazdi considera que los recortes militares en Estados Unidos podrían “limitar realmente” el protagonismo de Estados Unidos en caso de conflictos.

“Esto no necesariamente implica que Estados Unidos va a retirarse de lo que considera sus compromisos, de sus obligaciones en la defensa de la seguridad en el mundo pero sí que podría limitar su acción militar, sea defensiva u ofensiva en conflictos que puedan surgir en varios sitios del mundo”, comentó el analista a RT.

Sobre la nueva estrategia de defensa que habrá de seguir EE. UU., el analista recalca que lo único que puede hacer el ejército estadounidense en estas circunstancias es compensar cantidad por calidad.

“Si se reducen más las tropas norteamericanas por debajo de los 520.000 [efectivos], se estará hablando de un cambio de la estrategia, de poder reconciliar estos recortes presupuestarios con lo que pueda hacer el ejército en caso de un conflicto”, asegura Szazdi.

“El general Odierno, que es el jefe del estado mayor del Ejército americano, ha dicho que lo se podría hacer es depender más de la alta tecnología, para hacer del ejercito una fuerza más ágil, más efectiva, que dependa menos de tropas y use, por ejemplo, robots terrestres o aviones no pilotados para llevar a cabo misiones de reconocimiento o de ataque”, explica el analista. Según él, de esa forma EE. UU. podría “suplir” las reducciones que se esperan, incluso por debajo de los 520.000 tropas del ejército activo.

Sobre las posibles consecuencias que la retirada parcial de tropas estadounidenses de países donde EE. UU. cuenta con bases, Lajos Szazdi indica que estos países pueden considerar su seguridad “comprometida”, por lo que podrán aumentar sus presupuestos de Defensa, lo que podría provocar que los países vecinos se sintieran “amenazados”, o se “envalentonaran”, llevando a cabo políticas más agresivas en la región”.