En Detroit arrancó el juicio contra un inmigrante nigeriano acusado de intentar explotar un avión estadounidense en pleno vuelo en 2009.
Según la acusación, Umar Farouk Abdulmutallab, de 24 años, intentó detonar una bomba durante un vuelo de la aerolínea Delta que cubría la ruta entre Ámsterdam y Detroit la víspera de Navidad.
En su declaración inaugural, el fiscal dijo que el acusado, tras ser detenido, confesó reiteradamente ser miembro de la red islamista Al Qaeda y haberse hecho con los explosivos en Yemen.
Farouk Abdulmutallab, hijo de un banquero nigeriano, decidió defenderse a sí mismo junto con un abogado designado por el tribunal.
El juez rechazó la petición del acusado de que no se utilizaran las palabras “bomba” y “explosivos” durante el proceso para que el jurado decidiera por sí mismo qué causó el estallido y el humo en los pantalones de Umar durante aquel vuelo con 290 personas a bordo.
Según la investigación, se trataba de un dispositivo localizado en la ropa interior del acusado compuesto por una mezcla de algún material en polvo y un líquido que habrían debido estallar al mezclarse. Sin embargo, el intento fracasó, y los miembros de la tribulación ayudados por pasajeros redujeron a Umar y extinguieron el fuego. El incidente dejó quemaduras al supuesto terrorista.
Uno de los testigos insiste en implicar en el caso al gobierno de Estados Unidos, al que acusa de haber provisto a Umar de una bomba falsa para imponer un sistema más estricto en el registro de los aeropuertos.
Anteriormente el acusado solicitó que le juzgaran según la ley islámica de la 'sharia', pero la petición le fue denegada.