La polémica ley HB56 de Alabama, considerada como la norma más severa del país con respecto a los inmigrantes, ha sido bloqueada parcialmente por una corte federal estadounidense.
La Corte de Apelaciones del Undécimo Circuito ha suspendido la cláusula que obligaba a los centros docentes del estado a verificar el estatus migratorio de los alumnos. Otra de las partes derogadas permitía inculpar a los inmigrantes que no llevaran sus papeles encima.
Sin embargo, los jueces no han tocado la norma que permite a la policía detener en la calle a inmigrantes sospechosos para comprobar su estatus migratorio.
De la misma forma, la ley sigue conteniedo cláusulas polémicas como la que anula cualquier contrato firmado con un indocumentado, o la que prohíbe las transacciones entre indocumentados y cualquier organismo público.
No es el punto final
La decisión judicial, que supone una victoria parcial tanto para los defensores como para los opositores de la ley, no zanja las disputas generadas en torno a ella. La corte de apelaciones anunció que en diciembre llevará a cabo audiciones sobre la conformidad de la ley con la Constitución.
De todos modos, los expertos predicen que la suerte de la ley HB56 de Alabama, así como la de otras semejantes en otros estados se decidirá en la Corte Suprema, lo que podría llevar meses.
La ley de Alabama es la última y más estricta de una serie de iniciativas antiinmigrantes lanzadas en Indiana, Arizona y Georgia.
La reacción a la ley
Desde que una juez federal convalidó la mayoría de las clausulas de la controvertida ley a finales de septiembre, muchos inmigrantes hispanos abandonaron Alabama por miedo a que pudieran ser detenidos y deportados.
Muchos obreros de la construcción y empleados en granjas faltaron al trabajo, mientras que varias escuelas en Alabama registraron ausencia de alumnos hispanos. Activistas de derechos humanos pusieron el grito en el cielo advirtiendo de un posible éxodo.
Paralelamente, los inmigrantes que decidieron quedarse en Alabama mostraron su descontento con la política del estado con una huelga convocada el pasado miércoles: en diversos municipios muchas tiendas permanecieron cerradas todo el día, mientras se constató una carencia tangible de mano de obra en granjas avícolas, restaurantes mexicanos y otros negocios. De esta forma los inmigrantes quisieron mostrar al estado qué peso real tiene su comunidad en la economía de Alabama.
Los otros estados que han asumido una política restrictiva hacia las inmigración ya han sido testigos de acciones semejantes, y el estado de Arizona incluso estuvo en el foco de una campaña para boicotear sus mercancías.
Los hispanos de Alabama
La inmigración ha sido un asunto candente en Alabama a lo largo de la última década, donde la población hispana ha crecido en un 145% hasta alcanzar las 185.000 personas, en su mayoría oriundas de México.
Los hispanos representan cerca del 4% de la población del estado, y se concentran sobre todo en algunos condados del norte de Alabama.
De acuerdo con el Instituto Hispano Pew, Alabama cuenta actualmente con cerca de 120.000 inmigrantes hispanos en situación ilegal.
Con la nueva ley en la mano, no sólo se ven afectadas las personas indocumentadas, sino también las familias que tienen un estatus mixto, es decir, aquellas en las que alguno de sus miembros no tiene los documentos en regla.
Dream Act
Para un país donde viven al menos 11 millones de indocumentados, el problema de la inmigración sigue siendo prioritario. La reforma migratoria prometida por Barack Obama durante su campaña electoral de 2008, y que podría traducirse en la legalización de hasta unos 500.000 indocumentados, sigue enfrentándose a una fuerte oposición tanto a nivel estatal como federal.
Uno de los pilares de esa reforma, el proyecto Dream Act (Ley Soñada o Ley de Ensueño) ha sido aceptado sólo en los estados de California y Illinois. El Congreso estadounidense lo ha rechazado varias veces.