El presidente de Ecuador, Rafael Correa, pedirá a la ONU y a UNASUR una investigación internacional de la sublevación del 30 de septiembre de 2010 que a menazó con derrocar su Gobierno.
El mandatario señaló que solicitará a ambas entidades "que nombren comisiones" para que indaguen "con total independencia y ajenas a manoseos políticos" si ese día los agentes sublevados le intentaron matar. Además, quiere que investiguen si hubo un intento de golpe de Estado y si el Gobierno ha tratado de ocultar alguna información o evidencia, entre otros fines.
El 30 de septiembre de 2010 una protesta de policías derivó en un alzamiento de grandes proporciones. Correa, que había acudido esa mañana a hablar con los agentes sobre sus inquietudes salariales, fue agredido y se refugió en un hospital de la Policía, del que sólo pudo salir en la noche tras una operación de rescate, en medio de un intenso tiroteo.
Correa considera que en esa jornada hubo un intento de golpe de Estado en su contra, instigado por grupos de oposición y "malos oficiales" de la Policía.