El obispo católico Robert Finn de Kansas City (EE. UU.) fue imputado por no denunciar a un cura de su diócesis, acusado de pederastia, tras haber encontrado pornografía infantil en su computadora. Finn es la primera persona en la historia estadounidense, con rango de obispo, en sentarse en el banquillo por un caso de pederastia.
Los fiscales del condado de Jackson, en Missouri, argumentaron ante el tribunal que lleva el caso que el prelado, de 58 años, supo de las imágenes pornográficas que tenía en su computadora el sacerdote Shawn Ratigan en diciembre de 2010, pero no informó a las autoridades hasta mayo de 2011.
La diócesis de Kansas City, dirigida por Finn, que cuenta con 134.000 miembros, también enfrenta un cargo: la institución católica ha sido imputada por no informar las actividades de Ratigan, que enfrenta cargos por posesión de pornografía infantil.
La fiscal del condado de Jackson, Jean Peter-Baker, alegó que el obispo Finn tenía "motivos razonables" para sospechar del párroco Ratigan. "Es un cargo importante. Ahora que la investigación ha dado lugar a la acusación, la Fiscalía llevará este caso con fuerza porque hay que proteger a los niños. Quiero asegurarme de que en el futuro no haya más errores a la hora de informar sobre casos de otras víctimas", subrayó Peter-Baker.
El obispo católico en su primera comparecencia en el juzgado este viernes se declaró no culpable. "El obispo Finn niega cualquier responsabilidad criminal. Ha cooperado totalmente con la policía, el gran jurado y la oficina del fiscal", explicó su abogado, Gerald Handley.
Según la Fiscalía, Finn puede enfrentar una pena de un año de cárcel y una multa de 1.000 dólares, mientras que su diócesis puede ser multada en 5.000 dólares.