El Pentágono afirmó que la retirada del contingente militar del territorio iraquí se aplaza y que el Ejército de EE. UU. no abandonaría Irak tras la ‘última fecha’ fijada para el 31 de diciembre de 2011. Esta decisión se contradice el tratado de 2008 y el anuncio sobre la retirada definitiva de las fuerzas desplegadas en Irak en lo que queda del año.
De ese modo, se pone fin a los largos debates sobre 'necesidad imperiosa' de prorrogar la presencia de un 'contingente militar limitado' junto con asesores del Ejército en este país árabe.
La permanencia de los militares estadounidenses, tras la invasión iniciada en marzo de 2003, fue justificada en la necesidad de entrenar a soldados y policías iraquíes. Según el primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, su Gobierno quiere que Washington mantenga a los asesores militares para que continúen formando a los miembros del Ejército nacional y las fuerzas de seguridad en el manejo y uso del armamento.
Mientras tanto, hace cuatro días el Parlamento iraquí rechazó conceder inmunidad a los soldados estadounidenses -como exigía Washington-, después de que el sitio de Internet WikiLeaks revelara nuevos datos sobre crímenes perpetrados por tropas de EE. UU. en Irak. Según expertos, en realidad la misión en Irak fue la de controlar no sólo los aspectos de seguridad, sino