A lo largo de este fin de semana han sido arrestados en EE. UU. más de 250 activistas del movimiento 'Ocupa Wall Street', que lleva un mes plantando cara en la calle al poder corporativo. Sólo en Chicago detuvieron a más de 170 personas tras una nueva protesta. En otros lugares del mundo cientos de miles de activistas mostraron su indignación y su solidaridad con este grupo.
Este lunes se cumplirá un mes desde el inicio de las marchas contra el actual sistema político y financiero del país.
Lo que empezó semanas atrás como una protesta aislada en la zona de Wall Street en Nueva York, se ha extendido a otras ciudades de los Estados Unidos y el mundo entero.
Las demandas, así como los asistentes se han multiplicado hasta contarse por millones. En EE. UU., unos exigen el boicot de los bancos, pues consideran que estos han sido los culpables de la debacle económica que empezó a fines del 2008.
“Hoy hay mucha gente de 'Ocupa Wall Street' y de otras organizaciones que está pasando por las casas de los millonarios que viven en Nueva York, en Park Avenue, y le están pidiendo que se vayan: por todos los impuestos que no pagan y todos los trabajos que están perdiendo. Pararon en sus casas hoy para mostrarles eso”, afirmó Lucas Vázquez, activista y organizador de las manifestaciones.
Los indignados reciben diariamente un apoyo considerable, tanto en forma de donaciones, que superan ya los 230.000 dólares, como en alimentos y otros bienes necesarios para la movilización.
Y como el fenómeno es global, informes señalan que centenares de ciudades de distintos países atendieron el llamado a la protesta.
Ocurre simultáneamente en Nueva York, Chicago, Los Ángeles y en cualquier otra ciudad del país. Ahora también en Miami el grito es “Justicia”, “El pueblo unido, jamás será vencido” y "99%"; es decir, la mayoría de los estadounidenses unidos bajo este movimiento social denominado 'Ocupa Wall Street'.
Los manifestantes en EE. UU., así como en otros lugares, se han encontrado con las fuerzas policiales, registrándose arrestos a pesar de que las marchas son, en esencia, pacíficas.
“Yo no creo en soluciones reformistas, realmente, pero yo creo que hemos llegado a un momento -es mi opinión personal y la de muchos de mis amigos y amigas-, que este sistema capitalista está en un momento de implosión absoluta. Lo que creemos es que hay que crear un nuevo mundo, con un nuevo sistema, más equitativo, más local, más responsable, más solidario”, opinó Sirena Pellarolo, profesora de Universidad de California y activista.
Uno de los participantes de estas protestas opina que el dinero que El Pentágono gasta en guerras, debe ser utilizado para crear nuevos puestos de trabajo y garantizar la enseñanza pública para los ciudadanos.
Y este movimiento tuvo respuesta en todo el mundo bajo el lema 'Unidos por un cambio global'. Los indignados de Canadá, Reino Unido, Portugal, Japón y muchos países más exigieron al sector financiero que responda por la crisis económica actual.
En Italia, la policía usó gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a la muchedumbre. Algunos activistas fueron detenidos y unos 135 resultaron heridos.
En España fueron convocadas marchas multitudinarias en unas 80 ciudades. El epicentro tuvo lugar en Madrid, en la Plaza del Sol. Un grupo de 'indignados' se convocó frente a un céntrico hotel de la capital española, que está vacío y donde pasaron toda la noche para apoyar la ocupación del edificio, que pretenden ceder a familias que fueron desalojadas de sus viviendas.
En varios estados de América Latina, tales como Chile y Argentina, las acciones se desarrollaron pacíficamente.
El mandatario venezolano Hugo Chávez instó al Gobierno de EE. UU. que se preocupe por los 'indignados'.
Pero al mismo tiempo, otros reconocen que lograr un mundo solidario no será fácil. Sin embargo, se espera que 'Ocupa Wall Street' se convierta en una experiencia histórica que permita aprender lecciones, tanto a los gobiernos, como a los grandes capitalistas.