La realización de varios vuelos experimentales demostraron que el accidente aéreo en la provincia rusa de Yaroslavl que se cobró la vida de todos los jugadores de hockey de un club ruso, se produjo por un error del piloto.
Los pilotos probadores del Instituto Aéreo Grómov ruso reprodujeron las condiciones del despegue del Yak-42 siniestrado en base a la información de las cajas negras.
Según los resultados preliminares de la investigación, en el momento de despegar el jefe de la tripulación eligió un modo incorrecto del motor. Cuando el timón se inclinó hasta 13 grados, para aumentar el esfuerzo en los brazos el piloto se apoyó con los pies en el pedal del freno, pero de todas maneras sólo pudo hacerlo durante unos segundos.
Otro vuelo experimental demostró que si el piloto hubiera retirado las manos del timón y los pies del freno, abandonando así el manejo de la aeronave, el avión podría haber despegado con normalidad.
La tragedia
El accidente se produjo el pasado 7 de septiembre. Entre las 44 víctimas mortales se encontraban los miembros del equipo de hockey Lokomotiv Yaroslavl, tanto rusos como extranjeros.
En un primer momento dos personas lograron sobrevivir al accidente: el jugador de hockey ruso Alexánder Galímov y Alexánder Sizóv, miembro de la tripulación. Este último sigue vivo, pero Galímov falleció días después en el hospital en el que fue ingresado.
La catástrofe conmocionó a toda Rusia, así como a millones de aficionados al hockey sobre hielo de todo el mundo.