La misión de la OTAN en Libia concluirá el próximo 31 de octubre, según el secretario general de la alianza, Anders Fogh Rasmussen. Pero, al parecer, muchos políticos no están dispuestos a permitir unas 'horas muertas' a las tropas de la Alianza. El senador estadounidense John McCain subrayó que una vez estén 'libres' las fuerzas de la OTAN ocupadas en la campaña en Libia, hará falta reconsiderar la postura internacional hacia Siria.
En la rueda de prensa del domingo en el Foro Económico Internacional en Jordania, McCain, rival de Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2008, declaró: "Ahora, cuando las operaciones militares en Libia están acabándose, se planteará de nuevo la cuestión de qué operaciones militares prácticas podrían ser consideradas para proteger las vidas de los civiles en Siria". Para dejarlo claro, el político precisó: "El régimen de Assad no debe pensar que puede continuar con los asesinatos masivos. Gaddafi cometió este error y lo perdió todo".
Por el momento la Casa Blanca descarta la posibilidad de la intervención militar extranjera en Siria. Según la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien ofreció los comentarios oficiales acerca de la declaración de McCain, la oposición siria no había solicitado tal medida.
Sin embargo, la tensión en las relaciones entre Siria y EE. UU. está escalando en los últimos días. Ha vuelto a Washington Robert Ford, el embajador norteamericano en el país árabe. Las autoridades estadounidenses aseguraron que esta decisión está motivada por los diversos ataques que se habían registrado contra el edificio de la embajada en Damasco. En respuesta, Siria ha retirado a su embajador de EE. UU.
El politólogo Omar José Sayed Fariñas insiste en que la declaración del senador McCain, que es uno de los portavoces del Partido Republicano, debe considerarse como una de las etapas de la lucha por el liderazgo en la carrera electoral para los comicios presidenciales de 2012 en EE. UU. Según el experto, los republicanos intentan 'apropiarse' de una posible intervención militar en Siria "para ser los primeros que hicieron el llamado". Por otra parte, Fariñas subraya que en caso de empezar finalmente la intervención militar en Siria, las consecuencias serían catastróficas.
En numerosas ocasiones Rusia y China, dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, han confirmado por su parte su disposición a no permitir que Siria repita el escenario libio. Al mismo tiempo, Moscú ha expresado su preocupación acerca de la situación en este país y acentúa que su veto contra la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria, "no es indulgencia y no es la carta blanca para el actual régimen sirio".