EE. UU. se queda sin crédito

La incapacidad de los legisladores de EE. UU. para llegar a un consenso sobre la reducción de gastos podría costarle a EE. UU. su solvencia crediticia: una de las principales agencias calificadoras podría seguir el ejemplo de Standard & Poor's y privar al país de la máxima calificación. Los merca

La incapacidad de los legisladores de EE. UU. para llegar a un consenso sobre la reducción de gastos podría costarle a EE. UU. su solvencia crediticia: una de las principales agencias calificadoras podría seguir el ejemplo de Standard & Poor's y privar al país de la máxima calificación. Los mercados se preparan para una nueva sacudida.                     

En agosto pasado la agencia S&P rebajó su calificación de la deuda soberana de EE. UU. en un grado, desde 'AAA' hasta 'AA+', con un pronóstico negativo.

De sus rivales, Moody's y Fitch, se aguarda una medida semejante este diciembre, según un informe de Bank of America Merrill Lynch.

"Las agencias calificadoras han admitido fuertemente que nuevos recortes de 'rating' son probables si el Congreso no presenta un convincente plan a largo plazo" para reducir el déficit, escribió el economista del banco Ethan Harris en el informe.

Un supercomité parlamentario especial tiene que refrendar los recortes de gastos públicos por valor de casi 1,5 billones de dólares en un año. Una medida que, según los expertos, sería difícil de alcanzar debido a la lucha política entre los republicanos y los demócratas.

"Por eso esperamos al menos una degradación crediticia a fines de noviembre o a principios de diciembre cuando el supercomité colapse", sostiene Harris.

El supercomité bipartidista de 12 miembros tiene un plazo final fijado para el 23 de noviembre para llegar a un acuerdo. Si no se acuerda un plan y el 'rating' es rebajado, es muy probable que los ciudadanos estadounidenses que ya están sufriendo adversidades económicas vean agravadas sus condiciones.

Recesión para los hogares

Transcurridos más de dos años de recesión, la peor que sufre el país en casi ocho décadas, el índice de desempleo en EE.UU. se mantiene por encima del 9% de la fuerza laboral, mientras que un 43% de las personas en paro llevan más de seis meses sin trabajar.

En el país en el que 46 millones de personas están bajo el umbral de la pobreza, según recientes estadísticas, el empeoramiento de las condiciones de vida ha generado una ola de protestas contra el papel de las instituciones financieras en la recesión.

'Occupy Wall Street!'

Las protestas multitudinarias contra "el terrorismo financiero" de Wall Street que tienen lugar en Nueva York han sido apoyadas por ciudadanos de Washington, Chicago, Boston y otras ciudades norteamericanas, así como en varios países.

Aunque se acerca la temporada invernal, los 'indignados' norteamericanos que protestan desde el 17 de septiembre bajo el lema 'Occupy Wall Street!' ('Ocupa Wall Street') contra la avaricia y la corrupción del sistema económico estadounidense, aseguran que se quedarán ahí mucho tiempo.

A duras penas

La degradación del 'rating' por S&P siguió a un duro compromiso en el Congreso el 2 de agosto pasado cuando el Gobierno estuvo a punto de declararse en suspensión de pagos por diferencias sobre la subida del techo de la deuda nacional.

La rebaja crediticia, la primera en la historia para EE. UU., causó la crítica por parte del Departamento de Justicia que acusó a la agencia de equivocarse en sus cálculos y la presionó para que anulara su medida.

Mientras tanto el déficit presupuestario de EE. UU. volvió a superar las previsiones y alcanzó los 1,3 billones de dólares.

El analista económico Claudio Loser considera que la reducción del 'rating' por parte de las agencias de crédito estaría justificada. "Hay demasiada pelea y propaganda política y poco pragmatismo en el Congreso de Estados Unidos. No hay avance en el tratamiento del déficit en una forma inteligente", dijo el experto.