Las autoridades de Turquía informaron este martes que ha aumentado a 459 el número de víctimas mortales por el terremoto de magnitud 7,2 que sacudió el este país el pasado domingo. Pero pareciera que los milagros existen y los equipos de rescate han tenido el suyo al hallar con vida a un bebé de sólo 14 días que permaneció durante 46 horas entre los escombros de un edificio derrumbado.
La niña identificada como Azra Karaduman fue trasladada al hospital junto con su madre Semiha, de 24 años, que también fue rescatada de los escombros del edificio en la localidad de Ercis, la más afectada por el sismo.
Horas después, los equipos de rescate encontraron en la provincia de Van a un niño de 10 años que permaneció bajo los escombros de su casa más de 54 horas.
La oficina del primer ministro informó también que se derrumbaron más de 2.000 casas, dejando sin hogar a miles de personas. Muchos sobrevivientes temen regresar a sus hogares por las réplicas que se registran y prefieren pasar su segunda noche a la interperie en casas de campaña que colocan en las calles o en sus coches.
Para hacer frente a las consecuencias del desastre natural, el Gobierno turco solicitó la ayuda extranjera para colaborar en las labores de rescate y auxilio a los damnificados del terremoto. Entre los 30 estados que anteriormente ya se declararon dispuestos a prestar su ayuda figuran Rusia, China, Japón, EE. UU. o España. También Israel, cuyos ofrecimientos oficiales de ayuda los primeros días de la tragedia fueron rechazados por parte de Turquía.
Mientras tanto, nuevas réplicas de una magnitud máxima de 5,5 se registraron en la misma provincia afectada. Asimismo, el seísmo se sintió en el territorio de la vecina Armenia, causando pánico en la capital.