Bofetada a Alemania: cancelan la venta de Opel
General Motors (GM) decidió no vender sus marcas europeas Vauxhall y Opel a la compañía conjunta entre Sberbank (el mayor banco ruso) y Magna, empresa canadiense productora de repuestos para automóviles.
El trato cerrado en septiembre fue rehecho después de una reunión de 6 horas celebrada la noche de martes.
La reacción de las partes interesadas ha sido tajante. El Primer Ministro ruso, Valdímir Putin, expresó su sorpresa y declaró que su Administración estudiará la legitimidad de esta decisión. Tras este acuerdo, Rusia debería haber heredado la tecnología y experiencia necesarias para renovar su propia y debilitada industria automovilística.
Ángela Mérkel, la Canciller alemana, ha calificado la cancelación del trato como “totalmente inaceptable”. Alemania está reclamando la devolución de los 2.2 billones de dólares que inyectó para facilitar que el trato saliera adelante. Con esta inversión garantizaba que se conservaran los puestos de trabajo alemanes en caso de realizarse la venta. Los empleados de las plantas de GM en Alemania están saliendo a protestar a las calles, indignados por la cancelación del trato.
Matthew DeBord, un periodista de la industria automotora, cree que la cancelación de la venta le afecto más a Alemania que a Rusia. “Es difinitivamente una bofetada a Alemania”, dijo él a RT.
No obstante, aquello que trajo inseguridad a Alemania alivió a Gran Bretaña. A pesar de que se perderán los puestos de trabajo, los sindicatos británicos tienen confianza en conservar las dos plantas de General Motors situadas en el país.
Peter Mandelson, secretario de Estado británico para los Negocios, Empresa y reformas, declaró que el Gobierno de Gran Bretaña apoyaría un trato apropiado. Los homólogos europeos de Mandelson probablemente seguirán su ejemplo si GM lanza un plan más uniforme de redistribución de la reducción de los puestos de trabajo por toda Europa. Lo único que parece cierto actualmente es aquella reducción de los puestos de trabajo.
A diferencia de Alemania, la noticia de que la venta de Opel y Vauxhall a Magna-Sberank no se realizará ha sido bienvenida en la planta de GM en Luton. Sin embargo, el futuro de esta planta es claro. GM va a reestructurar su negocio europeo y , según algunos expertos, la planta se cerrará en dos años poniendo en peligro el bienestar de 14 mil personas.