La última resolución de la ONU exige, por vigésima vez, que EE. UU. ponga punto final a la guerra económica contra Cuba. Meses antes el Gobierno estadounidense anunció que mantiene vigentes las sanciones contra la isla, que duran ya medio siglo.
La Asamblea General de la ONU aprobó hoy por amplia mayoría una resolución que de nuevo pide el levantamiento del embargo económico y comercial que Estados Unidos decretó en 1962 contra La Habana.
El documento ha logrado un apoyo casi unánime de la Asamblea, ya que votaron a favor 186 estados, mientras que solo dos (EE. UU. e Israel) lo hicieron en contra. Tres países se abstuvieron.
Los expertos de la ONU han redactado un informe sobre el bloqueo de Cuba, que EE. UU. se niega a cancelar durante medio siglo, a pesar de las reiteradas llamadas de la comunidad internacional. Según el estudio, el embargo económico causó que la isla sufra daños por un importe total de 104.000 millones de dólares.
La Habana señala que la guerra económica contra la isla, marcada por medidas como la prohibición de la navegación y el comercio libre, es el principal factor que impide el desarrollo cubano.
El presidente estadounidense, Barack Obama, lleva declarando desde que asumió el cargo en 2009 que va a aliviar las sanciones contra la isla. En este sentido, el Gobierno canceló algunas restricciones. De esta manera, se permitieron los giros bancarios a Cuba y que compañías de telecomunicaciones de EE. UU. puedan prestar sus servicios a los cubanos. Aunque el último cambio tiene una condición: el pago debe ser realizado por los familiares de cubanos que residen en EE. UU.
Cuba considera estos cambios como restringidos e insuficientes, dado que al mismo tiempo están vigentes las medidas antiguas endurecidas. Así es la norma aprobada en 1996 por el Congreso que permite llevar a justicia a las entidades internacionales que se beneficien de entidades en Cuba que son ex propiedad estadounidense.
Mientras tanto el 14 de septiembre Barack Obama prolongó el embargo contra Cuba dejando vigentes las sanciones económicas. Según Obama, "la medida corresponde a los intereses nacionales de Cuba".