El Consejo de Transición de Libia (CNT) ha solicitado a la OTAN que prolongue su misión en el país. Instó a la Alianza a que aplace por "al menos un mes" la retirada de sus tropas del territorio libio, programada para el lunes que viene.
Según comentó a RT el analista político Raúl Hinojosa, esta decisión del CNT se debe a que las nuevas autoridades, a pesar de que Muammar Gaddafi está enterrado y ninguno de sus hijos está en el país, no están seguras de la estabilidad política. Hinojosa subraya: "Tienen miedo de que todavía puedan haber fuerzas que apoyen a Gaddafi".
Pero el analista acentúa: "Las fuerzas nacionales van a poder ejercer de una manera rápida una consolidación de su control de seguridad sobre el país y minimizarán la necesidad de pedir a las fuerzas militares que se mantengan. Espero que EE. UU. y la OTAN respeten estos deseos". Al mismo tiempo admite que es inevitable que vaya a haber influencia de la OTAN y EE. UU. en Libia, pero opina que esta influencia va a ser relativamente mínima.
El politólogo y periodista independiente Sukant Chandan, por su parte, acentúa que 'la liberación' del país de los Gaddafi no trajo paz. Sostiene: "Hay decenas y decenas de fracciones de los rebeldes. Todos los medios de comunicación han sido muy expresos apuntando a que una guerra civil entre los grupos rebeldes está a punto de estallar. Hay unas divergencias muy profundas dentro del propio CNT".
Otra razón de la preocupación, según el periodista, es el carácter de la muerte del ex líder libio: "Tuvo un gran impacto sobre la gente, probablemente, mayor que toda su vida. Morir en contra de las políticas occidentales es algo importante y convincente".