El miedo inunda Bangkok, que permanece con el agua al cuello

En Bangkok, la capital de Tailandia, sacudida desde julio por las peores inundaciones en medio siglo la gente empieza a ser presa del pánico: miles de turistas y de residentes tratan de irse y desbordan las estaciones de tren y de autobús, así como el único aeropuerto disponible. Las pistas de aterrizaje del segundo mayor aeropuerto en el país ya se inundaron con agua.

El Chao Phraya, el río principal de Bangkok, ha inundado dos tercios de la capital. La mayoría de las instituciones de la capital se vieron obligadas a interrumpir sus actividades, ya que los empleados no podían llegar a la oficina.

Hace días que en la capital tailandesa, habitada por nueve millones de personas, rige el estado de emergencia, así como un plan de evacuación. En Bangkok han sido declarados varios días inhábiles para que la gente pueda salir de la ciudad. Los ecologistas advierten que durante el fin de semana las inundaciones llegarán a su cota más alta y que después, durante un mes, la ciudad seguirá inundada.

Aunque algunos residentes no quieren salir de Bangkok durante la inundación por temor a los saqueadores, la mayoría se apresura a escapar lo antes posible. Las tiendas ya hace tiempo que se quedaron sin existencias y sin agua potable embotellada. Paralelamente ,las instituciones privadas y las empresas públicas se están trasladando a las ciudades balnearias tailandesas, incluso a Pattaya a 140 kilómetros de la capital.

Las inundaciones afectan a Tailandia desde julio, cuando se desbordaron varios ríos. Desde entonces el desastre se ha cobrado las vidas de unas 400 personas y ha afectado a más de dos millones en 28 de las 76 provincias del país. Las pérdidas causadas por el desastre natural podrían alcanzar los 16.000 millones de dólares.