Unas 40 personas han perdido la vida este viernes en Siria en los choques con la policía durante las protestas, organizadas en varias partes del país, para pedir una zona de exclusión aérea sobre el territorio, según el Observatorio sirio de Derechos Humanos.
Los testigos explican que las fuerzas leales a Bashar Al Assad han utilizado helicópteros y han lanzado cohetes contras los núcleos donde se concentran las protestas. Los opositores a Assad han reclamado a Occidente una zona de exclusión aérea sobre el territorio del país, la misma protección que acordaron para Libia.
Por su parte, las autoridades sirias aseguran que desconocidos armados han atacado una comisaría de policía en Homs.
Desde marzo pasado, la nación árabe vive una ola de revueltas populares contra el régimen actual. Las movilizaciones han registrado ya más de 3.000 muertos, según las últimas cifras de la ONU.
Este mismo viernes el Gobierno de Francia insistió en que el Consejo de Seguridad de la ONU tiene que pronunciarse sobre la represión en Siria porque lo que ocurre en aquel país "es inaceptable", según un portavoz del Ministerio galo de Exteriores.
Por su parte, Rusia y China han confirmado su disposición a no permitir que Siria repita el escenario libio. Al mismo tiempo, Moscú ha expresado su preocupación acerca de la situación en este país y acentúa que su veto contra la resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria, "no es indulgencia y no es una carta blanca para el actual régimen sirio".