La Administración de Obama planea fortalecer su presencia en la región del Golfo desplegando allí más tropas tras su retiro de Irak, según informa el periódico New York Times citando a diplomáticos y funcionarios.
Según la estrategia del Pentágono, el refuerzo podría incluir el despliegue de fuerzas de combate en Kuwait para responder a una posible amenaza militar de Irán o a la alerta de seguridad en Irak. Además, se planifica enviar al golfo algunos buques de guerra adicionales a los 90 que ya están allí. La decisión sigue la declaración del presidente estadounidense, Barack Obama, que prometió que el último soldado de EE. UU. se retirará de Irak para finales de 2011.
Se supone que el Pentágono elabora estos planes tras fracasar su intento de persuadir a la Administración de Obama, que fijó la retirada como objetivo principal, y a las autoridades iraquíes de mantener la mano militar estadounidense en el país.
Según el periódico, los políticos y diplomáticos estadounidenses temen que la decisión de Obama pueda causar inestabilidad en la región, ahora controlada militarmente por EE. UU. Por eso también consideran reforzar la colaboración con los países del Consejo de Cooperación del Golfo, grupo compuesto por Arabia Saudí, Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes, Bahréin y Omán.
Así, los militares estadounidenses tratan de crear una nueva "estructura de seguridad" en el Golfo que incorpore más tropas, junto con la defensa antimisiles con patrullas aéreas y navales. Se informa de que estas perspectivas se están negociando ahora entre EE. UU. y los países de la región, y la discusión podría resolverse en los próximos días.
En la actualidad, EE. UU. cuenta con 40.000 soldados en la zona del golfo Pérsico, incluidos 23.000 en Kuwait, aunque la mayoría se encuentran allí para dar apoyo logístico a las fuerzas en Irak. En total Estados Unidos cuenta con, al menos, 700 bases militares en 22 países extranjeros en casi todas las regiones del planeta.