El tren, único medio para rescatar a tailandeses de las inundaciones
Un templo budista que cobijaba a unos 800 damnificados por las inundaciones en la capital tailandesa Bangkok quedó también bajo el agua. El desastre nacional provocado por el desbordamiento del Río Chao Phraya ha convertido al ferrocarril en el único medio de rescate de personas.
Esto es posible gracias a que las vías férreas se ubican varios metros por encima de la ciudad, así el sistema ferroviario, que atraviesa por la mayoría de los distritos capitalinos más afectados, es ahora un verdadero "transporte de emergencia".
Al estar protegida por una amplia red de diques de bolsas de arena, la capital de Tailandia pudo resistir a la máxima subida de agua registrada el pasado fin de semana, pero el desbordamiento afectó a los distritos más bajos de sus alrededores. Las autoridades siguen temiendo que la furia del río afecte a más barrios capitalinos e incluso al Parque Industrial de Bang Chan.
Por eso, los funcionarios municipales han impedido que los vecinos de las regiones río arriba desequen sus tierras aún inundadas, para lo cual necesitan abrir los diques temporales que se han contruído para contener las aguas. En Sam Wa, una localidad al noreste de Bangkok, estas medidas generaron las protestas de los residentes, quienes exigieron que les abrieran las compuertas para dejar escapar el líquido. Al negarse, los locales se enfrentaron a la policía en disturbios que tuvieron que ser dispersados por el gobierno central.
La primera ministra del país, Yingluck Shinawatra, ordenó finalmente abrir la compuerta. A pesar de la tensión social, los especialistas mantienen su optimismo respecto al desenvolvimiento de la situación. “Ya no hay problema para la parte central de Bangkok”, asegura el científico Sanitiwong Ayutthaya. “Por lo menos sabemos qué hacer. Contener el desbordamiento es sólo una cuestión de tiempo.”
Hasta el momento, el desastre natural que se ha extendido a lo largo de varios meses, ha dejado cerca de 400 muertos y ha obligado a evacuar a más de 100.000 habitantes. Además ha provocado el cierre de miles de almacenes, empresas comerciales y fábricas.