TEPCO, la operadora de la central nuclear Fukushima 1, realiza trabajos de urgencia en el segundo reactor, tras detectar en el aire isótopos característicos de una reacción en cadena con uranio.
Los expertos de la empresa aseguran que la densidad de los gases xenón-133 y xenón-135 extraídos del interior era muy baja, pero admitieron que evidencia la fisión de uranio en el reactor. Para reducir los efectos de la reacción, en los canales del mismo se está inyectando ácido bórico. Los ingenieros iniciaron esta operación en la madrugada de este miércoles.
Anteriormente, se consideraba que el reactor había entrado en una fase fría, pues desde hace más de un mes se mantenía a temperaturas por debajo de los 100 grados centígrados. A mediados de octubre, la operadora anunció que esperaba mantener ese estado en todos los reactores de la central hasta finales de año. La planta nuclear resultó dañada por el terremoto del pasado 11 de marzo.
Los elementos gaseosos detectados son extremadamente venenosos, especialmente el xenón-135, aunque su vida es corta: el período de semidesintegración de este isótopo equivale a nueve horas.
Mientras en Fukushima se registran nuevos problemas, el escape de amoníaco puso en alerta a la central nuclear de San Onofre en California. La compañía eléctrica Southern California Edison realizó una evacuación del personal de la zona afectada.