El presidente paraguayo destituye a la cúpula militar del país
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ha destituido al comandante de las Fuerzas Militares del país tras la extensión de un rumor sobre la preparación de un golpe de estado.
En primer lugar, Lugo cambió a los jefes de los tres Cuerpos del país -Ejército, Marina y Fuerza Aérea- y dos días después relevó de su cargo al comandante de las Fuerzas Militares, el contraalmirante Cíbar Benítez. Antes de hacer estos cambios, el jefe de Estado habló de la existencia de “bolsones (grupos) golpistas” entre los militares que podían ser manipulados por políticos opositores para generar inestabilidad en el país, aunque el presidente desmintió la información sobre la posibilidad de un golpe de estado. El general Óscar Velázquez fue nombrado nuevo comandante de las Fuerzas Militares.
La decisión de Lugo promovió inmediatamente discusiones entre políticos y expertos paraguayos. El ex comandante de las Fuerzas Militares, Eduardo González Petit, dijo que la medida “desconcertó” tanto a civiles como a uniformados y que las manifestaciones de Lugo sembraron dudas sobre la institucionalidad de las Fuerzas Armadas, que buscan dejar atrás su pasado golpista.
“Esto genera crispación. Los militares están inseguros y eso afecta a la seguridad nacional”, asegura el analista político Euclides Acevedo. Otros expertos calificaron la decisión como un golpe mediático de Lugo para desviar la atención de los problemas que enfrenta a la hora de gobernar. “Esto es una maniobra para ir armando un cuadro de oficiales que le ofrezcan su simpatía y lealtad personal (más allá de lo institucional). Él preparó la salida de esta gente y la mención de los bolsones fue para justificarla”, dijo el diputado opositor Sebastián Acha.