Al menos dos personas murieron y seis resultaron heridas en un ataque armado en un edificio de oficinas en el centro de Orlando. Ese es el segundo tiroteo en EE. UU. en sólo dos días.
Jason Rodríguez de 40 años, que baleó a los empleados en el edificio de oficinas en el centro de Orlando, Florida, tenía deuda de 90 mil dólares.
Cuando la policía llevaba a Rodríguez a la estación de policía, uno de los periodistas le preguntó por qué atacó a sus antiguos compañeros. "Porque me dejaron de pudrirse", dijo él. Hombre cerca de un año trabajaba en la empresa, cuyo personal había afectado por sus acciones, hasta que fue despedido en junio de 2007.
Rodríguez dijo a los investigadores que la empresa "se deshizo de él sin ninguna razón". También sospechaba que, debido a sus ex empleadores no podría obtener el estatuto del desempleado y los beneficios suficientes.
La Agencia AP también descubrió que, recientemente, Rodríguez pidió al tribunal que le declarara en quiebra. Explicó que podía ganar trabajando en restaurantes de comida rápida solo cerca de 30 mil dólares al año, mientras que su deuda es casi 90 mil.
Rodríguez irrumpió en el complejo Gateway Center en el centro de la ciudad y abrió fuego con una pistola sobre la gente que trabajaba allí. "Hay ocho víctimas en total, dos están muertos", dijo el portavoz de los bomberos de Orlando. Equipos especiales de la Policía, SWAT entraron al edificio buscando al atacante, mientras empleados abandonaban sus oficinas con pánico. El hombre fue detenido en casa de su madre, no ofreció resistencia.