El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó congelar las contribuciones de su país a la UNESCO, en respuesta a la admisión de Palestina como estado miembro de pleno derecho, en línea con la decisión que ya anunciaron Estados Unidos y Canadá.
“El primer ministro ha ordenado congelar la contribución de Israel al presupuesto de la UNESCO, que asciende a dos millones de dólares”, dice un comunicado difundido por su oficina. La medida, agrega la nota, responde “a la decisión de la organización de admitir en sus filas a la Autoridad Palestina”.
Anteriormente, EE. UU., que como Israel se opuso a la admisión, eliminó los fondos que entregaba hasta ahora a la organización y que en su caso superan los 60 millones de dólares, de los 80 que le destina anualmente.
En su comunicado, el primer ministro israelí insiste en que “este tipo de pasos no harán avanzar la paz, sólo la alejarán”, y en que “la única forma de alcanzarla es mediante negociaciones directas sin condiciones previas”. Igualmente, la nación hebrea aprobó en respuesta a la inclusión de Palestina en la UNESCO, impulsar la construcción de 2.000 viviendas en zonas ocupadas de Jerusalén y otros asentamientos en Cisjordania.
En tanto, Colombia, Francia y Reino Unido anunciaron que se abstendrían en el caso de que se produzca una votación sobre el reconocimiento de Palestina como estado independiente en la ONU.
Rusia, China, Sudáfrica, Brasil, India, y Líbano comunicaron que votarán a favor, y EE. UU. confirmó que lo haría en contra, ejerciendo su derecho a veto. Con esta amenaza estadounidense, la petición palestina de ingreso al organismo internacional no saldría adelante en una votación, aunque para que Estados Unidos se vea forzado al veto, Palestina necesita contar con al menos nueve respaldos en el Consejo de Seguridad de la ONU.