El grupo terrorista nigeriano Boko Haram se ha atribuido la autoría de los múltiples atentados que sucedieron al país ayer. El número de víctimas mortales de los ataques ascendió a más de 150.
La mayoría de las víctimas murieron a consecuencia de varias explosiones, ejecutadas por terroristas suicidas, y ataques armados en distintos barrios de tres ciudades nigerianas. Primero tres suicidas activaron sus bombas cerca de un edificio del Ejército, que resultó destruido casi por completo.
Luego, tras varias explosiones, los insurgentes armados atacaron a numerosos civiles, incluidos varios fieles cristianos que se dirigían a las iglesias en los distintos barrios de las ciudades. Inicialmente se informó que el número de fallecidos era de unos 60, pero luego creció significativamente.
Boko Haram, tras responsabilizarse de los atentados, advirtió que está planeando nuevos ataques. Este grupo islámico, cuyo nombre se traduce como “La educación occidental es un pecado”, es uno de los más violentos y radicales del país. A finales de agosto de este año perpetró el atentado contra la sede de la ONU en Nigeria. Su objetivo declarado es imponer las leyes de la sharia en todo el país y erradicar toda educación, organizada de acuerdo con el modelo tradicional occidental.