El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, dimitirá de su cargo. Es el precio que el gobernante del Partido Socialista paga a cambio del apoyo de la oposición al paquete de medidas propuesto por la Unión Europea (UE) para obtener un nuevo tramo de crédito del FMI y otras instituciones financieras y la condonación de una parte de la deuda soberana del país.
Papandreu y el principal líder de la oposición, Antonis Samarás (del grupo parlamentario Nueva Democracia), han llegado a un acuerdo para formar un Gobierno de unidad tras una reunión con el presidente heleno, Carlos Pupilas.
El primer ministro saliente afirmó antes del encuentro que era necesario “aprovechar la posibilidad de un acuerdo rápido”.
La fuerza conservadora condicionó tal acuerdo a la renuncia del socialista Papandreu, aún cuando él era el mayor partidario de la idea de crear gabinete de la unidad nacional. Además, el político acababa de superar una moción de confianza del Parlamento.
Lo esencial para el partido gobernante, PASOK, era hacerse con el respaldo de Samaras al acuerdo crediticio con los países de la UE para evitar la expulsión de la zona euro e incluso de la propia organización continental. Además, la bancarrota de Atenas podría llegar a provocar una crisis general del euro como divisa internacional.
Horas antes el presidente del Parlamento griego, Filipos Pechálnikos, también del PASOK, avisó a los diputados: “El país no debe quedarse ni un día sin primer ministro y debe de haber un Gobierno de cooperación técnica”. Sin embargo, el nombre del sucesor de Papandreu en el cargo no se ha dado a conocer junto con la noticia de la futura dimisión.