Una mujer acusó el lunes en público al aspirante republicano a la presidencia, Herman Cain, por acoso sexual, decisión que -según ella- tomó con el fin de "poner rostro y dar voz" a otras mujeres que aseguran haber sido sus víctimas.
En una concurrida rueda de prensa en Nueva York, Sharon Bialek leyó un comunicado en el que detalló que el incidente con Cain ocurrió en Washington a mediados de julio de 1997, después de una cena a solas en la que la mujer pidió ayuda al entonces presidente de la Asociación Nacional de Restauración para encontrar trabajo.
De camino al hotel, donde se hospedaba la mujer, Cain dijo que le quería enseñar las oficinas. "Entonces puso su mano en mi pierna por debajo de la falda y me acercó la cara a sus genitales", denunció Bialek. "¿Qué haces?. Sabes que tengo novio. No he venido para esto", le espetó, a lo que, según ella, él respondió: "Quieres un trabajo, ¿no?".
La mujer, votante republicana y madre soltera de un niño de 13 años, había perdido su empleo en una fundación de la Asociación Nacional de Restauración un mes antes del "contacto sexual inapropiado" de Cain.
En la rueda de prensa Bialek compareció junto a su abogada, Gloria Allred, defensora de mujeres y representante de famosos.
El candidato, que está siendo sometido a un intenso escrutinio después de otras tres acusaciones por acoso sexual, ha reiterado que fue acusado "falsamente" y que las denuncias carecían de fundamento.
Herman Cain, único aspirante de raza negra a las primarias republicanas, se presentó a las elecciones como una persona completamente ajena al mundo político y ha liderado las encuestas de los candidatos republicanos.
El candidato, que ha presentado propuestas conservadoras, hizo su fortuna como empresario en el mundo de la alimentación, primero como gestor de restaurantes y después como dueño de una marca de pizzas.