El presidente estadounidense, Barak Obama, prorrogó la vigencia de las sanciones impuestas a Irán tras el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, según el servicio de prensa de la Casa Blanca.
“Nuestras relaciones con Irán no se han normalizado y el proceso de cumplimiento de las obligaciones de 1981 no se ha acabado. Debido a estas razones considero necesario prorrogar la vigencia del documento sobre las sanciones contra Irán después del 14 de noviembre de 2011”, expresa la carta de Obama enviada al Congreso.
Se trata de una medida de carácter técnico, pues cada año el líder estadounidense prorroga la vigencia de las sanciones, introducidas hace 31 años por el presidente Jimmy Carter. Obama confirmó que seguirá vigente el “estado de emergencia” en las relaciones entre Estados Unidos e Irán.
La causa que llevó a EE. UU. a imponer las sanciones el 14 de noviembre de 1979 y romper totalmente las relaciones diplomáticas fue el triunfo de la Revolución Islámica en Irán y la toma como rehenes de funcionarios de la embajada estadounidense en Teherán.
Previamente, el Gobierno de EE. UU. había rechazado el plan de imponer sanciones contra el Banco Central de Irán, recomendado por un comité del Congreso.
Mientras tanto en Teherán crece la tensión. Recientemente el canciller iraní Alí Akbar Salehi declaró: “EE. UU. perdió la razón totalmente, estamos preparándonos para lo peor y esperamos que ellos piensen mejor antes de desatar el conflicto militar con Irán”, dijo.
El ministro subrayó que EE. UU., perdió cualquier sabiduría y precaución en lo que se refiere a las cuestiones internacionales.
Irán empezó a desarrollar tecnologías nucleares a mediados de los 1980, pero Occidente lo acusa de crear armas nucleares, “camuflándolas” en el programa del 'átomo pacífico'. Teherán rechaza todas las acusaciones y declara que necesita el programa nuclear para satisfacer la demanda interna de energía eléctrica.