Tras el último incidente registrado en la frontera de Kosovo, donde militares de la KFOR usaron gases lacrimógenos para dispersar a civiles, los serbios pierden la confianza en las fuerzas militares lideradas por la OTAN y cuestionan la "hermetización" impuesta a la región.
Miembros de la KFOR tomaron este miércoles bajo su control barricadas establecidas por los serbios en la localidad serbia de Yarinie, en la frontera con Kosovo. Los soldados también bloquearon dos carreteras de la región que unen la parte norteña de Serbia con el centro del país.
Durante el incidente fueron detenidos dos serbios que, según una cadena de televisión local, fueron liberados al cabo de unas horas.
El jefe del municipio de Kosovska Mitrovica, Nedelko Radoykovich, declaró que con esta acción las fuerzas ‘pacificadoras’ de la KFOR "abusan de la confianza de los serbios". Según Radoykovich, las actividades de los soldados de la KFOR en la región que prevén la "hermetización" de Serbia no se corresponden con el mandato de la ONU.