El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, llamó al recién dimitido presidente helénico, Yorgos Papandreu, "loco" y "depresivo", según una nueva información sobre meteduras de pata del mandatario galo divulgada por la prensa francesa.
Todo ocurrió durante la misma conversación confidencial con el presidente de EE. UU., Barack Obama, que fue escuchada por periodistas que cubrían la reciente Cumbre del G-20 en Cannes (Francia), en la que Sarkozy calificó de "mentiroso" al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y declaró que "ya no puede ver más" al dirigente del Estado hebreo.
El nocaut presidencial
Obama y Sarkozy hablaron del presidente griego y concluyeron que había cometido un "error enorme" al anunciar un referéndum sobre el plan de ayuda europea, aunque luego dio marcha atrás, afirmó el diario francés Le Parisien, que mencionó una grabación hasta ahora no difundida. "Este loco de Papandreu nos sale con su referéndum. Es porque está depresivo, no sirve de nada golpearlo. Ya está en el suelo. Noqueado", le dijo Sarkozy a Obama.
Divulgaciones de un semanario satírico
El presidente galo se había 'desahogado' por la decisión de Papandreu también con sus ministros tras la cumbre del G-20, según informó el semanario satírico francés Le Canard Enchainé.
"Es una persona a quien no le importa nada, un gran imbécil", disparó Sarkozy. "Nos arruinó el G-20. Decirnos en Bruselas que aceptaba el plan europeo y después proponer un referéndum sin hablarnos antes es una puñalada por la espalda. Un escándalo absoluto", agregó.
Mandatario fructífero en 'perlas'
No es el primer escándalo relacionado con las expresiones demasiado 'emocionales' del mandatario francés sobre sus colegas e incluso sobre algunos países por completo. Solo en una semana 'se las ingenió' para criticar al líder israelí Netanyahu, sobre las deudas de la misma Grecia, sobre los problemas de transparencia bancaria de Panamá y Uruguay… Además, en Bruselas tuvo lugar una disputa directa entre Sarkozy y el primer ministro británico, David Cameron.
El Elíseo guarda silencio
Al igual que con los comentarios sobre Netanyahu, el Palacio del Elíseo, sede del Gobierno francés, no opina acerca de esta 'sinceridad gala' de su jefe. "No tenemos ningún comentario que hacer", dijo fríamente un portavoz del Elíseo.