El terrorista que en la tarde del viernes secuestró una nave turca con decenas de personas a bordo fue abatido por un grupo de operaciones especiales. Todos los rehenes fueron liberados y se encuentran sanos y salvos.
Después de secuestrar la nave, el asaltante amenazó con detonar una bomba y hacer saltar por los aires la embarcación con al menos 22 personas si las fuerzas de seguridad trataban de abordarla.
El buque acabó echando el ancla en el mar de Mármara, no lejos de Estambul, después de que se le acabara combustible. La nave fue rodeada por buques militares turcos con grupos de operaciones especiales a bordo.
El barco de transporte Kartepe fue tomado este viernes un terrorista, supuestamente miembro de una organización extrema kurda. Entre los rehenes se encontraron 18 pasajeros y 4 miembros de la tripulación. Antes se había informado que en el secuestro del barco intervinieron cinco asaltantes.
La nave zarpó desde los suburbios de Estambul hacia la costa del mar de Mármara. Llevaba rumbo desconocido, pero no se descartaba que se dirija a la isla Imrali, donde cumple cadena perpetua, Abdulá Ocalan, líder del ilegalizado Partido de los Trabajadores de Kurdistán. Se supone que el terrorista es un miembro del grupo de combate de este partido.