Los países de Occidente incitan a la oposición siria a derrocar al régimen del presidente Bashar al Assad, señaló el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una entrevista.
El ministro lamentó que su homologo francés, Alain Juppe, hubiera ´enterrado´ el plan de solución de la crisis siria propuesto por la Liga Árabe, tan solo una semana después de haber sido aprobado. Asimismo se mostró preocupado por el llamado de Washington a la oposición siria a no aceptar la propuesta de al Assad de deponer las armas y optar por la amnistía.
“Se trata de instigar a los opositores radicales a derrocar al régimen negándose a cualquier diálogo”, sostuvo Lavrov.
Asimismo, el titular de Exteriores afirmó que los extremistas radicales sirios reciben armas de contrabando que vienen de Turquía e Irak, entre otros países. Lavrov señaló que extremistas armados se infiltran en las filas de los manifestantes pacíficos para “provocar la violencia por parte de las autoridades”.
Además, el ministro ruso lamentó la decisión de la Liga Árabe de suspender la participación de Siria en el organismo. Según él, la presencia de observadores de esta organización habría contribuido a la estabilización de la situación en el país.
Presión sobre Irán
Aparte de la situación en Siria, Lavrov abordó el tema de la presión sobre Irán, que se intensificó tras el reciente informe del OIEA que ´revela´ el carácter militar del programa nuclear iraní.
El titular de Exteriores subrayó que se han agotado las medidas de sanción contra Irán y hay que resolver la situación por la vía diplomática. Lavrov recordó que Teherán está dispuesto a dialogar.
El ministro sostuvo que la situación en torno al programa iraní se orienta a escalar la confrontación y al parecer a promover el cambio de régimen.
El escudo antimisiles
Al hablar del escudo antimisiles, Lavrov señaló que EE. UU. no descarta el despliegue de buques con misiles antiaéreos en el Mar Negro, el Báltico y el Mar de Bárents. Destacó que aunque los estadounidenses siguen afirmando que el escudo antimisiles no está dirigido contra Rusia, se niegan a dar a Moscú las correspondientes garantías jurídicas de ello.
“Esta situación no nos puede satisfacer”, reiteró.