En las recientes redadas contra los manifestantes del movimiento Ocupa Wall Street, la policía estadounidense ha demostrado lo violenta que puede llegar a ser. Y las técnicas empleadas por los agentes locales en Nueva York u Oakland fueron instruidas por el Departamento de Seguridad Nacional.
Después del forzoso desalojo de 'indignados' del parque Zuccotti en Nueva York, un agente anónimo filtró a un medio estadounidense que las acciones de la policía fueron coordinadas por los Servicios de Seguridad Nacional.
En particular, señaló al FBI de enseñarles a usar masivamente técnicas para demostrar su potencia policial, como emplear armaduras antibalas y todo tipo de equipamientos. En algunos casos la policía dispersó manifestantes pacíficos con gas lacrimógeno o bombas sonoras.
"Nunca antes hemos visto tantas patrullas"
Además, según el oficial, se impartieron conferencias virtuales con los departamentos locales donde se les explicó que debían buscar cualquier pretexto legal para las redadas, incluso acusando a los manifestantes de molestar con ruido a los vecinos del barrio.
También les aconsejaron realizar las redadas cuando hubiera la menor presencia de periodistas. En Nueva York, por ejemplo, la policía incluso bloqueó el acceso al parque Zuccotti y a algunas estaciones de metro. El desalojo se hizo “a lo grande”, según las palabras de la activista y testigo Alexa O’Brien, quien dijo “nunca antes había visto tantas patrullas”.
Aunque el Departamento de Seguridad Nacional no hizo comentarios sobre esta información, la alcaldesa de Oakland (California), Jean Quan, reconoció en una entrevista que tuvo una conferencia telefónica con otras 18 ciudades donde “el movimiento político también instaló campamentos incontrolables”.
En las últimas semanas, en las varias redadas policiales en Nueva York, Oakland, Portland, Oregon, Tulsa, Denver y Salt Lake City han sido arrestadas cientos de personas. Sin embargo, una vez dispersados con porras y gases lacrimógeno, los activistas no han dejado de manifestarse y continúan reuniéndose en las plazas y calles de las ciudades estadounidenses.
El movimiento contra la injusticia de las políticas gubernamentales y la voracidad de las corporaciones ya se ha propagado por todo el mundo.