Las condiciones de reclusión del ex empresario ruso Víktor But en una cárcel neoyorquina empeoraron después de que su defensa pidiera suspender el veredicto acusatorio. Así lo afirmaron tanto la esposa como el abogado del arrestado durante una videoconferencia con periodistas.
Ala But dijo que su marido se encuentra recluido en una pequeña celda sin ventanas. “Últimamente han surgido unos problemas —relató la mujer— con la alimentación, con el suministro de agua caliente y fría. Ha empeorado la actitud de los vigilantes: dejaron de llevarle el móvil y los impresos de pedido para la tienda interior”. Vinculó esos cambios con la reciente petición de la defensa de que le cambien de medida preventiva.
El abogado Albert Dayan describió la situación de But con las palabras más escalofriantes posibles. “Está sólo en una celda minúscula sin ventanas. Como si fuera un pozo. En su entorno hay solo unos pavorosos ladrillos”, afirmó el letrado.
Dayan agregó que los fiscales no tenían pruebas directas contra su cliente, por eso se aprovecharon de ciertas peculiaridades legislativas de Estados Unidos. “Le juzgan prácticamente por una charla, en la que But se comprometía con pensar en un probable suministro de armas” (a los emisarios ficticios de las FARC).
El ex empresario ruso fue detenido en Tailandia en 2008 y luego extraditado, de una manera cuestionable, a EE. UU. El pasado 2 de noviembre le declararon culpable de preparar un envío ilícito de armas y conspirar contra funcionarios y ciudadanos estadounidenses.