'EE. UU. sigue una política antidrogas errónea en Afganistán'
La política antidroga de Washington en Afganistán no es satisfactoria, según declaró el jefe del Servicio Federal de Control de Drogas de Rusia, Víctor Ivanov, durante su visita a EE. UU. “Después de años desde la decisión de desplegar las tropas en Asia Central, se ve claramente que esta fue errónea, porque la cantidad de narcolaboratorios en la zona se duplicó”.
Según el funcionario ruso el error de EE. UU. consiste en que dejó de erradicar la amapola afgana, concentrándose en la intercepción de los productos estupefacientes con ayuda de los militares. “Eso es como tratar de atrapar las balas en vez de eliminar el foco de los disparos”, opina Ivanov.
Desde la invasión de las tropas estadounidenses a Afganistán en 2001, EE. UU. ha enviado al país miles de millones de dólares en concepto de ayudas, pero junto con la llegada del dinero también se han ido multiplicando las denuncias por corrupción.
'La lucha de EE. UU. contra las drogas afganas, como mínimo, no da ningún resultado'
Según una reciente investigación de la ONU, Afganistán se ha convertido en un líder mundial de la produción de opio y de hachís, superando a Colombia el año pasado. La cuarta parte de esa droga se exporta a Rusia. Las Naciones Unidas señala que la producción de adormidera en este país asiático comenzó a incrementarse desde el inicio de la campaña militar de EE. UU.
"Mientras que otros países cuentan con plantaciones de mayor tamaño, el sorprendente rendimiento del cultivo de hachís en Afganistán lo convierte en el mayor productor del mundo", dice Antonio María Costa, responsable de la Oficina de la ONU contra las Drogas y el Crimen (UNODC). "Este es un hecho muy preocupante y se pueden sacar dos conclusiones: en primer lugar, podemos suponer que los 'narcobarones' afganos han pasado a la ofensiva y utilizan con más frecuencia la alta tecnología en la producción de las drogas ;y en segundo lugar, la lucha de EE. UU. contra las drogas afganas, como mínimo, no da ningún resultado".
Se estima que de 10.000 a 24.000 hectáreas de terreno se dedican al cultivo del cáñamo en este país y cada hectárea permite recibir 145 kilos de hachís. En total, se producen entre 1.500 y 3.500 toneladas de hachís al año, cifra récord mundial.Estos datos podrían ser una señal para que la OTAN y EE. UU. revisen sus métodos y objetivos para no perder la batalla más importante.