La diplomacia venezolana acusa de los lazos rotos al derechismo dominante en EE. UU.
El ministro venezolano de Asuntos Exteriores, Nicolás Maduro, atribuyó a la extrema derecha que “sigue imponiéndose” en Estados Unidos la degradación de las relaciones de este país con Caracas. Afirmó que “en el momento en que ellos cambien habrá condiciones para ir a un proceso de relaciones más positivas”.
En un programa dominical de la televisión privada venezolana el diplomático aseguró que tenía orientación y orden del presidente Hugo Chávez para avanzar hacia un proceso de comunicación respetuosa y de regularización de las relaciones con Washington. El país ha estado dispuesto a este proceso, mientras lo obstaculizaron “los factores del poder real de la derecha más conservadora y antilatinoamericana que nos desprecia desde siempre”.
El gobierno de Venezuela reclama a la Casa Blanca un respeto absoluto y no interferencia en los asuntos internos del país, pero llegar a ese punto parece ser “imposible para el sector del poder que maneja realmente las decisiones de EE. UU.”, dijo Maduro. Pero no ha habido reciprocidad en la búsqueda de una mejora en las relaciones bilaterales, tras el encuentro de Hugo Chávez con Barack Obama en 2009.
En 2010 Caracas rechazó a Larry Palmer como embajador estadounidense por sus declaraciones acerca de una supuesta “baja moral” dentro del Ejército venezolano. Obama contestó, en diciembre del año pasado, retirando el visado al jefe de la misión diplomática de la República Bolivariana, Bernardo Álvarez, quien se vio obligado a abandonar suelo norteamericano y ahora encabeza la legación de Venezuela en Madrid.