Occidente aumenta su presión contra Irán al imponer nuevas sanciones debido a la creciente preocupación por su programa nuclear y por la supuesta participación en el complot de asesinato del embajador saudí en Washington.
Se trata de eliminar todos los vínculos con las entidades financieras iraníes, incluido el Banco Central. Tratarán también de prohibir toda la comercialización de los productos derivados del petróleo fabricados en Irán. Por su parte, Teherán ya ha advertido de que estas sanciones en calidad de medidas de castigo golpearán de rebote a los países occidentales.
Washington anunció las nuevas medidas, orientadas contra el sector energético, petroquímico y financiero de Irán. Barack Obama, dijo que su país considera que el sector bancario iraní, incluyendo al Banco Central de Irán, representa "una amenaza para todos los gobiernos y las instituciones financieras con las que realizan negocios".
Canadá, a su vez, también introdujo nuevas sanciones contra Teherán que bloquean casi todas las cuentas bancarias con la parte iraní. Estas medidas están destinadas a forzar a Irán a una negociación sobre materia nuclear. Unas horas antes el Reino Unido, en una acción sin precedentes, cortó los lazos con la República Islámica: ordenó a sus bancos romper todo tipo de negocios con Irán.
Francia llamó a los países aliados a congelar inmediatamente los activos del Banco Central iraní situados en Occidente y cesar la adquisición de petróleo iraní. Explica en su nota que "Irán persigue desde hace más de 10 años un programa nuclear ilegal y desarrolla capacidades nucleares militares, como acaba de demostrar la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA)".
Irán: "Es un juego en el que todos pierden"
Las sanciones económicas internacionales tienen un efecto doble y perjudican tanto al sancionado como a quien las impone, según afirmó hoy en Teherán el ministro de Comercio, Industria y Minas, Mehdi Gazanfari. El alto cargo iraní hizo alusión a las nuevas sanciones a Irán que ejecutará Estados Unidos y afirmó que "ese país sigue una estrategia que ni siquiera le resulta favorable", sobre todo en el sector energético. "Es un juego en el que todos pierden", aseveró.
El ministro iraní recordó que la energía es el motor de las actividades económicas y los países que carecen de gas y petróleo deben invertir en los países con esos recursos para su propio beneficio. "Los países que imponen sanciones a Irán pierden la oportunidad de invertir en este país por un tiempo de al menos 20 años", agregó Gazanfari.
"Vamos a mantener nuestro honor, que no cambiamos por nada, y además aunque las sanciones nos provocan dificultades, también nos hacen más resistentes", concluyó.
"Lo que quiere Occidente no se hará realidad"
Ivan Eland, experto político y económico, comentó a RT que las sanciones contra Irán son un "arma contundente" y probablemente dañen a la gente iraní.
"Cuando bombardeas a un país, esto une a la población con el Gobierno, incluso si a la gente no le gustan las autoridades. En este caso todavía no atacamos, pero es un ataque económico. Esto de hecho ayuda al régimen porque a mucha gente, sobre todo los jóvenes, no les gusta el régimen", opina.
Según Eland, lo que realmente quiere Occidente no se hará realidad. "Las sanciones raramente funcionan, incluso en el caso de África del Sur, donde han tenido lugar cambios de régimen y se han aplicado sanciones. En realidad las revoluciones pasan interiormente, y no se deben a los recursos exteriores".
El informe de la OIEA, que se ha elaborado en los últimos años, afirma que Irán desarrolla un programa nuclear con la intención de crear una arma de destrucción masiva, una bomba atómica. Irán insiste en que la finalidad de su programa es estrictamente civil, es para lograr producir energía para consumo doméstico. El consejo de Seguridad de la ONU ya ha impuesto en los últimos años cuatro rondas de sanciones contra Irán debido a su programa nuclear, la última de ellas el año pasado. Ahora a título individual EE. UU. ha impuesto también sanciones contra numerosas entidades y contra las compañías del régimen iraní.