Este martes se cumplen 70 años de la apertura en 1941 del llamado 'Camino de la Vida' a través del lago Ládoga, una vía de evacuación y abastecimiento para la ciudad de Leningrado, durante el bloqueo nazi que se prolongó durante 900 días durante de la Segunda Guerra Mundial.
Con motivo de la efeméride, en el Cementerio Piskariov de San Petersburgo, antigua Leningrado, se reunen centenares de ciudadanos para rendir homenaje a las personas que murieron en el bloqueo. Allí se reunirán veteranos de la guerra y los llamados 'blokádnikos', los escasos supervivientes que aún viven del bloqueo de Leningrado, una de las páginas más heroicas y feroces de la Gran Guerra Patria (como se denomina en Rusia el período de la guerra que va desde la invasión nazi de la URSS hasta la caída de Berlín a manos del Ejército Rojo, entre los años 1941-1945).
En el Cementerio de Piskariov están enterrados unos 470.000 habitantes de Leningrado fallecidos en masa durante el bloqueo de 1941-1944, y unos 50.000 soldados y marineros soviéticos, defensores de la ciudad. En total, suman 520.000 personas. La mayoría de las tumbas en el Cementerio de Piskariov carecen de nombre…
900 días de bloqueo
El cerco de Leningrado se prolongó desde el 8 de septiembre de 1941 y el 27 de enero de 1944, casi dos años y medio, tiempo durante el cual la ciudad se vio sometida a incesantes bombardeos y a una hambruna y un frío insoportables. Aquellos 900 días conforman una de las páginas más trágicas de la historia de la Segunda Guerra Mundial, la guerra más terrible del siglo XX y de toda la historia de la humanidad. El bloqueo de Leningrado es un ejemplo de la fortaleza del espíritu humano demostrado por aquellos defensores heroicos de la urbe.
En la ciudad bloqueada escaseaban las reservas de alimentos, y prácticamente carecía de electricidad y calefacción. El transporte dejó de circular casi por completo. En noviembre la hambruna sacudó a la urbe con toda su crudeza. Los habitantes de Leningrado recibían sólo 125 gramos de pan al día como sustento, y se hicieron frecuentes los casos de desmayos por inanición y agotamiento. Desesperados, los habitantes de Leningrado comían lo que podían, ratas y animales domésticos incluidos, y se hicieron frecuentes los casos de canibalismo.
A todo ello se unió un serio agravante: el invierno de 1941-1942 resultó ser más largo y crudo que de costumbre, con temperaturas inferiores a los 30 grados bajo cero. Los meses más duros fueron los de enero y febrero de 1942. Mientras unos civiles caían agotados en las calles de la ciudad, cubiertas de nieve, otros morían en sus apartamentos desprovistos de calefacción, provisiones y agua. Durante aquellos días morían al día en Leningrado entre 4.000 y 7.000 personas.
Las cifras de víctimas fueron escalofriantes. Durante el bloqueo que el ejército de Hitler mantuvo sobre Leningrado, murieron aproximadamente más de un millón de personas, la mayoría de ellos civiles, a causa de la desnutrición, la congelación y los bombardeos. En enero de 1944 cuando el Ejército Rojo rompió el sitio de Leningrado, en la ciudad (de 3 millones de habitantes) sólo quedaban 800.000 personas con vida…
A pesar de hambruna, el frío y los bombardeos incesantes, los ciudadanos de Leningrado siguieron trabajando y combatieron heroicamente por su ciudad natal.
El Camino de la Vida
En Leningrado fue prácticamente imposible recibir reservas de alimentos por aire y el lago Ládoga se convirtió en el único medio de acceso a la ciudad bloqueada. El Camino de la Vida, como la bautizaron, se convirtió en la única ruta de transporte hacia la ‘Gran Tierra’, los territorios de retaguardia. Gracias a esta carretera sobre el hielo que atravesaba el lago Ládoga, toneladas de alimentos pudieron llegar a Leningrado y miles de personas fueron evacuadas en camiones (en invierno) y por barco (en verano).
A finales de noviembre el hielo del lago Ládoga era demasiado fino y no resistía el paso de los coches, a lo que se unían los bombardeos constantes de la aviación alemana. A pesar de todo, los camiones cargados de armas, proyectiles, municiones de guerra, pan y otras provisiones marchaban hacia Leningrado. Los mismos vehículos volvían desde la ciudad con gente, evacuando en primer lugar a los niños, a los soldados heridos, a personas de edad y a los más debilitados por la inanición.
En unos meses por el Camino de la Vida fueron evacuadas más de 550.000 personas, así como maquinaria de fábricas, obras del arte y otros bienes culturales.
El 27 de enero de 1944, el Ejército soviético logró romper el cerco alemán y Leningrado fue liberada.