Líderes bipartidistas del Congreso de EE. UU. y los activistas 'proinmigrantes' lanzaron este lunes una campaña por la anulación de la ley del estado de Alabama contra los inmigrantes indocumentados, que entró en vigor el pasado 28 de septiembre.
Los iniciadores de la campaña que exigieron la revocación de la ley, llamada oficialmente ley HB56 y que criminaliza la presencia de inmigrantes indocumentados en Alabama, argumentan que viola la Constitución estadounidense y debe enviarse al "basurero de la Historia".
La campaña bautizada 'Una familia, una Alabama' comenzó en la emblemática Iglesia Bautista de la calle 16 de la ciudad de Birmingham (Alabama), que fue escenario del activismo afroamericano en la década de los 60. Promovida por la Coalición por la Justicia con los Inmigrantes de Alabama (ACIJ, por sus siglas en inglés), los legisladores y líderes cívicos y religiosos proclamaron en un mitin en medio de ovaciones consignas como 'Sí se puede!', 'Somos Alabama', y 'No más HB56!'.
Los legisladores demócratas de Illinois, Luis Gutiérrez, y de Texas, Silvestre Reyes, aseguraron que lucharán en la calle y en los tribunales hasta que se revoque la HB56. "La tarea de hacer cumplir las leyes de inmigración corresponde al Gobierno federal, no a los estados", dijo Reyes. "No podemos regresar al pasado, y vamos a luchar hasta que se anule esta ley", dijo Gutiérrez. Él añadió que los testimonios recabados este lunes servirán "para despertar conciencia sobre una ley tan nociva".
El acto contó con la asistencia de poco más de 3.000 personas dentro y fuera del templo, y forma parte de un incipiente movimiento de derechos civiles en contra de la discriminación de los indocumentados en Alabama, en su mayoría hispanos. En la audiencia participaron personalidades como el alcalde de Birmingham, William Bell, y Dolores Huerta, cofundadora del Sindicato de Trabajadores del Campo, así como Angie Wright, coordinadora del grupo Greater Birmingham Ministries, que aboga por la justicia social.