Damasco, entre el sable y la pared: la Liga Árabe le da 24 horas para aceptar observadores

La Liga Árabe ha dado 24 horas a Damasco para firmar el documento que permita el envío al país de observadores internacionales con el objetivo de "supervisar el cumplimiento del plan de pacificación".

La Liga Árabe ha dado 24 horas a Damasco para firmar el documento que permita el envío al país de observadores internacionales con el objetivo de "supervisar el cumplimiento del plan de pacificación".

"Parece que todos los países que han orquestado todo este teatro se están poniendo de acuerdo finalmente para llevar a cabo una intervención en Siria. En la región hay muchos intereses económicos y políticos, tanto por parte de Occidente como por parte de los países árabes", opina el analista político Francisco Sánchez Múñoz. Según el experto, Occidente ha orquestado "una gran campaña mediática" con la que intenta "convencer a todas las sociedades árabes e internacionales" de que el régimen sirio está cometiendo una masacre en el país.

Según datos de la ONU, 3.500 personas han muerto víctimas de los enfrentamientos entre las fuerzas policiales y los manifestantes antigubernamentales sirios desde que en marzo de este año prendieran los disturbios en el país. Esta cifra sirvió de base para que la Asamblea General condenara la represión contra la población civil y reclamara a Damasco el fin inmediato de la violencia. Damasco niega todas las acusaciones.

En caso de que Damasco no estampe su firma en el documento antes del viernes, la Liga Árabe se reunirá para estipular las sanciones que adoptará contra el país. Las posibles medidas que se barajan contemplan la cancelación de vuelos a Siria, el bloqueo de las transacciones financieras o la congelación de los activos del Estado. Unas horas antes el organismo comunicó que el Gobierno de Bashar al-Assad le había confirmado que firmaría el documento.

La Liga Árabe es un instrumento más de "los diseñadores geopolíticos occidentales"

A John Laughland, del Instituto de Democracia y Cooperación (Paris) las dos palabras que le vienen a la mente cuando oye que la Liga Árabe ha mantenido un encuentro dedicado a las violaciones de derechos humanos en Siria precisamente en El Cairo -escenario donde ocurren unos de los disturbios más violentos desde el inicio de la Primavera árabe- son “ironía” e “hipocresía”.

"El mismo lugar y las circunstancias de la reunión ya deben darnos un motivo de preocupación", sostiene el analista a RT. Según Laughland, la Liga Árabe ha probado que no es un organismo apolítico, ya que la expulsión de Damasco de sus filas y el apoyo que prestó en su época a la intervención militar internacional en Libia han mostrado que se trata de un instrumento más de "los diseñadores geopolíticos occidentales".

Laughland subraya que el mundo debe mirar "con mucho escepticismo" las iniciativas sirias que promueven las potencias occidentales a través de la Liga, como la de crear "un pasillo humanitario" en el país. Según el analista, la idea se parece mucho al escenario libio: permitiría a las agencias de servicios secretos penetrar en el territorio sirio y poner fin al régimen de Assad.

"La historia del mundo, desde Yugoslavia hasta Libia, muestra que la presencia internacional inevitablemente rompe el equilibrio interno en un país. Los cambios de un régimen deben venir desde adentro, de la gente, y no de una intervención extranjera", concluye el experto.

BRICS: La posibilidad de intervención extranjera en Siria debe ser excluida

La reunión de la Liga Árabe no ha sido el único encuentro durante la jornada de hoy dedicado a la situación en Siria. En Moscú se ha celebrado un encuentro entre los representantes de los estados BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y África del Sur). El comunicado oficial resultado de este encuentro exhorta a excluir la posibilidad de cualquier tipo de intervención extranjera en los asuntos internos de Siria.

El documento subraya que la única posibilidad de resolver el conflicto sirio es empezar urgentemente las negociaciones pacíficas con la participación de todas las partes involucradas. Según acentúa el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Moscú no deja de ser mediador entre el Damasco oficial y la oposición, llamándoles a ceder la violencia e iniciar un diálogo urgente sobre las reformas anunciadas por el Gobierno del país.

"Estamos seguros de que solo de esta manera se podrá evitar la agudización del conflicto. Es muy importante que desde afuera no haya llamamientos dirigidos a la oposición impulsándolos a ignorar las iniciativas reformistas de las autoridades", ha comentado el viceministro ruso de Exteriores, Guennadi Gatílov. Otro camino inevitablemente desestabilizará la situación no solo en Siria, sino en toda la región, concluye el político.