La Corte Penal Internacional, pese a sus anteriores declaraciones de "preocupación" por una posible pena capital de Saif Al-Islam, el segundo y el más "mediático" de los hijos de Muammar Gaddafi, ha permitido que sea procesado por la "justicia de los vencedores" y "callado" en Libia.
Saif Al-Islam es una persona que tiene mucho que contar. Y lo que cuente es la última posibilidad para que el mundo sepa como el régimen de Gaddafi, ex enemigo público número uno, se convirtió en un 'amigo íntimo' del Reino Unido y otras potencias occidentales.
Después de la violenta ejecución de Gaddafi en el campo de combate el mes pasado, todavía persistían esperanzas de que su hijo Saif Al-Islam fuera sometido a un juicio imparcial. Sin embargo, potentes funcionarios de algunos estados occidentales pudieron influir en el 'curso' de la administración de justicia.
La Corte Penal Internacional de la Haya ha expresado que no está dispuesta a seguir demandando su extradición, dejando como única alternativa que el hijo de Gaddafi sea juzgado por los actuales gobernantes libios. El proceso, por cargos de crímenes contra el pueblo libio, se iniciará en dos meses.
El legislador laborista británico Jeremy Corbyn dijo a RT que cree que el permiso de la Corte Penal para que Saif Al-Islam sea procesado en su país garantiza nada más y nada menos que todas las indeseadas verdades sean enterradas.
"Libia insiste en que es capaz de llevar a cabo un juicio justo para Saif Al-Islam a pesar de que el sistema judicial nacional no ha sido independiente durante los últimos 40 años", dijo. "Todavía no está claro si será procesado como tal. Las agrupaciones gobernantes están luchando para poder vengarse. Siendo muy posible que se dicte una pena capital, parece que tanto Saif Gaddafi como los secretos que guarda serán callados".
El analista político William Engdahl aseguró a RT que todo se arreglará de modo que "la información sobre las relaciones de Gaddafi con la CIA mantenidas durante décadas no salgan a la superficie". Los estados occidentales se dedican notoriamente a guardar sus secretos. "Bastaría con recordar lo que pasó con el proceso de Slobodan Milosevic", concluyó el analista.
Esta opinión es compartida por el escritor Santiago Alba que cree que muchos países temen que el hijo de Gaddafi podría revelar ante el Corte Penal Internacional los vínculos de su padre con el occidente.
“Ni Francia, ni Inglaterra, ni EE.UU., ni Italia pueden tener ningún interés en que Saif al-Islam cuente sin duda las muchas cosas que sabe acerca de las relaciones de su padre con estos gobiernos: de las visitas secretas de Tony Blair, los acuerdos para entregas ilegales y secretas de presuntos miembros de Al-Qaeda, después torturados salvajemente en las prisiones libias”, dice.