Este viernes expira el ultimátum que la Liga Árabe dio a Siria para que Damasco firme el protocolo que autoriza el envío de observadores extranjeros al país.
Si Siria no acepta a los observadores, la Liga Árabe se reunirá el sábado para adoptar otra tanda de sanciones contra Damasco. Las medidas incluirían las suspensión de las transacciones árabes con el Banco Central Sirio, así como los intercambios comerciales con el gobierno. Los activos gubernamentales sirios también serían congelados y los vuelos al país se cancelarían.
Mientras se debaten estas sanciones, Francia es el primer país en proponer una intervención por el momento una 'humanitaria', es decir para establecer corredores de ayuda para los opositores sirios en zonas asediadas del país.
Ideología de la intervención
La fiebre bélica ha cundido en Francia durante los últimos meses. El presidente galo Nicolas Sarkozy fue el primero en exigir a la OTAN que impusiera la denominada zona de exclusión aérea sobre Libia y fueron las Fuerzas Armadas francesas las que empezaron la intervención militar tras abrir fuego sobre el país norafricano. También los franceses fueron los primeros en reconocer oficialmente al Consejo Nacional de Transición libio.
“Francia es un país donde la injerencia humanitaria es muy popular. Hay un acuerdo entre la mayoría de los derechistas y los izquierdistas”, asegura Jean Bricmont, autor del libro 'Humanitarian Imperialism'.
En él, el autor afirma que Sarkozy tiene “esta ideología de intervención”. “Me parece que es más agresivo de lo que Obama puede ser, aunque Nicolas no cuenta con tanta fuerza militar para que Francia actúe por sí sola”, explicó Bricmont.
La intervención militar acabó con éxito según algunos países de Occidente: El coronel Muammar Gaddafi fue abatido y su régimen derrocado. Sin embargo, para los ciudadanos libios la 'era post Gaddafi' no parece tan positiva.
Entre las filas de la oposición se han registrado violentos enfrentamientos. El reciente informe de la ONU indica que en Libia unas 7.000 personas, entre ellas mujeres y niños, permanecen encarceladas en condiciones inhumanas, sometidas a torturas y sin acceso a una representación legal.
Sabe demasiado
El hijo de Muammar Gaddafi se encuentra detenido y a la espera de un juicio. La ONU duda que Saif al Islam será procesado de manera imparcial y justa en su país, en vez de en la Corte Penal Internacional. Varios analistas opinan que el descendiente del coronel podría revelar ante La Haya los vínculos de su padre con Occidente.
“Ni Francia, ni el Reino Unido ni Estados Unidos, ni Italia pueden tener ningún interés en que Saif al Islam cuente sin duda las muchas cosas que sabe acerca de las relaciones de su padre con estos gobiernos: desde las visitas secretas de Toni Blair, hasta los acuerdos para entregas ilegales y clasificadas de presuntos miembros de Al Qaeda, que después fueron torturados salvajemente en las prisiones libias”, afirmó el escritor y analista Santiago Alba.
¿Puede repetirse el guión libio en Siria?
Estos hechos son solo la parte revelada de lo que en verdad sucede en Libia. Y ahora se atisba un nuevo frente donde la sombra de la guerra se hace cada vez más visible; Siria es la siguiente en la lista.
Otra vez Nicolás Sarkozy se ha erigido como el abanderado de la intervención militar internacional en ese país y el primero en apoyar al opositor Consejo Nacional en el exilio. Sin embargo, a los propios sirios no les entusiasma esta injerencia en sus asuntos interiores.
"Muchos opositores sirios no darán la bienvenida a la intervención militar por parte de las fuerzas extranjeras, ni siquiera por parte de unas musulmanas", dice Pierre Guerlain, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de París Oeste.
Varios analistas temen que el escenario libio se pueda repetir, pero esta vez en Siria. “Una vez que estos regímenes se derrumban, la caja de Pandora se abre. En otras palabras, el caos puede ser el resultado”, advierte John Laughland, del Instituto de Democracia y Cooperación de París.
Opina que aunque uno está siempre dispuesto a ver el final de una brutal dictadura, acabar con estos regímenes debe ser asunto de las propias personas.
Ganar puntos políticos
Los comicios presidenciales de Francia del 2012 están a la vuelta de la esquina y Sarkozy hace todo lo posible para recuperar su popularidad.
El analista politico Alex Korbel señala que ahora la imagen de Sarkozy está realmente en sus peores índices en vísperas de las elecciones.
“Cada vez que el presidente Sarkozy habla de la crisis en Siria, su popularidad aumenta”, explicó el experto
Muchos analistas consideran que cualquier intervención en Siria terminará con el derramamiento de sangre. Pero parece que eso no detendrá a Francia, que otra vez quiere sitiarse como la locomotora de una nueva guerra.