Egipto en la encrucijada: o caos o estabilidad

Como ya pasó hace exactamente 10 meses, decenas de miles de egipcios unidos por el grito de "¡Fuera, fuera!" se movilizan en la plaza de Tahrir para participar en una jornada bautizada como 'El viernes de la última oportunidad'. Desde hace una semana los manifestantes plantan cara en la calle a l

Como ya pasó hace exactamente 10 meses, decenas de miles de egipcios unidos por el grito de "¡Fuera, fuera!" se movilizan en la plaza de Tahrir para participar en una jornada bautizada como 'El viernes de la última oportunidad'. Desde hace una semana los manifestantes plantan cara en la calle a la Junta Militar, que asumió el poder tras la caída en febrero del régimen de Hosni Mubarak, con una exigencia clara: que deje el poder y retrase las elecciones parlamentarias previstas para este lunes. A este respecto, los expertos opinan que si el partido de los Hermanos Musulmanes llega al poder, Egipto correría un grave peligro.

Sin embargo, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas descarta esta posibilidad y subraya que las elecciones parlamentarias previstas para la próxima semana se realizarán según lo previsto.

Según la corresponsal de RT, Paula Slier, la tensión sigue creciendo. “Las líneas de comunicación caen y eso es muy frustrante. Una no se siente segura aquí, especialmente después de que dos mujeres periodistas fueron agredidas sexualmente”, explica la corresponsal, cuyos twits se pueden seguir  a través del Twitter de nuestra cadena twitter.com/#!/ActualidadRT.

“No abandonaremos la plaza hasta que recuperemos nuestra dignidad. Esto es demasiado, sufrimos, la gente malvive para comer”, afirma Saber Saad, uno de los activistas.

A los manifestantes se ha sumado Mohamed El Baradei, ex jefe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica y candidato a la presidencia. Mientras tanto, la Federación Independiente de Sindicatos insta a sus afiliados a acudir a la emblemática plaza, mientras otras organizaciones obreras llaman a la huelga. Los partidarios de la Junta Militar también salen a la calle.

Hasta este jueves, cuando se firmó una tregua que aún sigue en pie, los duros choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad, que duran ya una semana de esta, se habían cobrado unos 40 muertos y más de 3.000 heridos.

La disculpa que pidió el gobierno militar al pueblo egipcio por las víctimas -mientras sacaba decenas de tanques a las calles de la capital-,  fue rechazada por los manifestantes de Tahrir, que la consideran una "maniobra política" e instan a juzgar a los responsables.

En un intento por frenar las protestas y la violencia de las últimas semanas la Junta Militar designó a Kamal al Ganzuri como nuevo primer ministro y le encargó formar un nuevo gabinete.

Los Hermanos Musulmanes, un peligro que pesa

Según afirmó a RT el analista político Marcus Popandopulos, esta ola de protestas ha sido organizada y financiada por el partido de los Hermanos Musulmanes.

“Si llegan al poder, la situación se volverá muy peligrosa y el acuerdo de paz entre Egipto e Israel podría quedar en tela de juicio”, asegura el analista, que subraya la alta probabilidad de que eso ocurra debido a la indiscutible popularidad de la que gozan entre la ciudadanía.

“En caso de ser elegidos, ya dentro de unos años se podrá ver a la OTAN hablando de lo peligroso que es este régimen”, afirma Popandopulos, que no excluye la posibilidad de un ataque aéreo lanzado contra Egipto.