¿Revoluciones en Europa?: "La partida está abierta"
Va expandiéndose la ola de manifestaciones y huelgas europeas. Los países son diferentes pero las exigencias son las mismas. Los expertos no descartan la posibilidad de que la crisis de deuda origine revueltas populares en varios países de Europa.
A las protestas, habituales ya, en Grecia y Portugal se agregó Bulgaria, donde salieron a las calles los ferrocarrileros. En Gran Bretaña los guardafronteras quieren unirse a las protestas. En el corazón de la Unión Europea, Bruselas, se preparan para la huelga los empleados del aparato de la Comisión Europea.
"Las élites parten de un chantaje: o esto o el caos"
Las huelgas por toda Europa son la respuesta de los ciudadanos a la decisión de los gobiernos de realizar recortes en los gastos presupuestarios, incluyendo el aumento de los impuestos y la despedida de funcionarios.
El filósofo francés Ettiene Baliba, en una entrevista publicada en Rebelión.org, señaló sobre la situación actual europea: "Lo que está ocurriendo en Europa con la retórica de los gobiernos técnicos es precisamente eso: una suspensión de las reglas del juego vigente para forzar soluciones a la crisis actual".
"Es un proceso conflictivo el que está teniendo lugar. No está escrito que la dictadura comisarial sea capaz de funcionar en esta situación. Los tecnócratas, las élites tienen un fuerte poder de persuasión de su lado, porque parten de un chantaje: o esto o el caos. El temor de una catástrofe es así capaz de superar la resistencia y la duda", considera Baliba.
Mientras tanto, sin embargo, el pueblo no tiene intención de parar.
"Nuestra vida es más complicada que la de las generaciones anteriores y ¡no tenemos que callar!"
Centenas de trenes en toda Bulgaria no partirán. Los ferroviarios protestan contra la despedida de sus 2.000 colegas. "Es fruto de la política irresponsable y criminal del anterior Gobierno y el actual. Todo esto es una imitación de las reformas, y ante todo, hablo del recorte del personal", dice el jefe del sindicato de los metalúrgicos, Vasil Yanachkov.
Decenas de miles de obreros salieron a las calles de Portugal en la protesta más masiva durante los últimos 20 años. La deuda de Portugal es de 78.000 millones de euros y para pagarla ya en 2012 subirán significativamente los impuestos. La muchedumbre indignada se reunió enfrente del edificio del Parlamento portugués e incluso emprendió una tentativa de romper los cordones de Policía.
"Me parece que nuestra vida es más complicada que la de las generaciones anteriores y no tenemos que callar", dice una de las manifestantes portuguesas.
En Atenas la Policía a duras penas consiguió detener a los manifestantes en la entrada de una gran compañía energética. La muchedumbre protestaba contra el aumento de la factura de la energía eléctrica. En las cuentas incluyeron el impuesto a la propiedad inmobiliaria, alrededor de unos 100 euros por cada piso.
"No vamos a ceder en nuestra lucha. Es una lucha de toda la sociedad griega. En las casas de los pobres, parados y jubilados debe haber luz", dice el líder sindical Nicos Fotopoulos.
"Existe riesgo de que pueda haber tanto rebeliones como golpes militares"
Algunas voces, como la del periodista Ingo Niebel, no descartan la posibilidad de que la crisis de deuda también origine revueltas populares en varios países europeos.
"En la UE existe el riesgo de que pueda haber tanto rebeliones como golpes militares. Esto no son cuentos de los mal llamados conspiradores de turno, sino palabras del propio presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso. Lo dijo en junio de este año en una reunión", dijo el experto a RT.
"El problema está en que tanto en Grecia como en Italia, España y Portugal está en riesgo el sistema capitalista y los que por el momento están pagando el plato roto son las personas de la calle, son los obreros a los que les han quitado el trabajo además de subirles los impuestos y otras cosas de este estilo. Y esto va a tener alguna reacción social tarde o temprano".
El filósofo francés Ettiene Baliba tampoco descarta que los movimientos sociales que se están dando ahora en Europa posean el poder de cambiar la historia de Europa. "Cuando pienso en los contrapoderes insurreccionales pienso pues en los movimientos sociales y su capacidad para desarrollar sus propias instituciones. Solo en presencia de estos contrapoderes podemos condicionar y poner en crisis la dictadura comisarial, que es frágil ya que la crisis económica ha empobrecido a las sociedades. La partida, pues, está abierta. Y el resultado final aún no se ha escrito".